Jesús Candel logró movilizar 80 mil personas con su álter ego Spiriman, y consiguió derogar un decreto del Gobierno de Andalucía, lo que impulsó su imagen de luchador social por la salud pública en las redes sociales, llegando a crear hasta su propia asociación, escribiendo un antes y un después en la historia de las luchas sociales en Granada.

Spiriman de catalizador social a personaje molesto

Spiriman, a través de sus vídeos, logró convertirse en un gran catalizador del descontento de los profesionales de la salud en Granada, logrando conseguir tal aceptación, que incluso fue tentado por organizaciones políticas para hacer causa común en sus filas.

De esta popularidad, se llegó incluso a una petición de nombramiento de hijo ilustre de la ciudad.

Pero del momento de fama que vivió Jesús Candel, se pasó a una historia llena de sanciones, juicios y condenas, ya que el mensaje inicial de sus discursos se perdió para dar paso a una serie de mensajes radicales, e incluso de mal gusto.

Tanto así, que ya nadie quiere opinar abiertamente sobre, para evitar convertirse en el objeto de insultos en sus vídeos virales o siendo víctimas de acciones judiciales por parte del facultativo. Ya no es un secreto Candel, que en sus vídeos sé dedica a insultar a sus colegas de todas las edades y especialidades, algunos solo por ser mujeres.

Jesús Candel afirma que él no ha cambiado su discurso y que sigue en su posición de no ser políticamente correcto, ya que no piensa dedicarse a la política.

Afirmó que vive de su trabajo y que no tiene ninguna necesidad de exponerse como lo hace. No le tiene miedo a las denuncias y dice que seguirá luchando por lo que cree.

Inhabilitaciones y condenas para un luchador social

Para Spiriman el insulto es el único método eficaz para hacerse oír y poner en su lugar a los delincuentes y corruptos, pero le ha costado perder el apoyo, por ejemplo, del Colegio de Médicos de Granada, al que muchos colegiados le han pedido para que tomen medidas en contra del médico, ya que se han visto perjudicados por sus ataques.

Candel ha sido inhabilitado para el ejercicio de la medicina en tres oportunidades, pero no se han llevado a la práctica porque han sido recurridas todas las sanciones. La respuesta de Candel siempre ha sido denunciar, a quien se atreve a objetarlo legalmente.

A este personaje también se la ha condenado por acciones de difamación en contra colegas, políticos o personal de salud, llevando ya la denuncia o la lucha social a los ataques personales, al cotilleo y a la difamación.

Siendo monitorizados sus videos para controlar su contenido, siendo hasta acusado de encauzar sus insultos hacia mujeres solo serlas.

El contenido de sus videos se ha vuelto tan grosero, que lo ha colocado en el centro de mira de la Fiscalía Superior de Andalucía, ya que ha recurrido a la injuria en lugar de la denuncia, perdiendo objetividad como luchador, siendo ya condenado por esto, condena que también ha recurrido.

Jesús Candel o Spiriman, luchador social o empresario

Jesús Candel o Spiriman aparece siempre en sus vídeos vestido con su uniforme de médico, para dar la impresión de que siempre se encuentra ejerciendo su profesión, pero la verdad es que solo cumple media jornada, sin contar los turnos de guardia que le correspondan.

Muchos de los vídeos que monta en la red son realizados desde su lugar de trabajo, lo que ya dice mucho de la rectitud de sus acciones. Otros los realiza desde su casa, un lujoso chalet muy alejado de la imagen de un luchador social.

Antes de ser un luchador social, Candel ha intentado suerte como empresario en cinco sociedades en el área de la salud, deportiva y hospitalaria.