El fin de semana pasado tuvo lugar uno de los matrimonios más esperados del año, el de Belén Esteban con su ahora flamante marido, Miguel Marcos, que sin duda alguna será el tema principal de las publicaciones y de los programas por un buen tiempo.

La novia el pueblo dio el sí quiero rodeada de sus familiares, amigos y compañeros de trabajo en Telecinco. No pudiendo faltar, por supuesto, los periodistas invitados al evento, entre los que se contaban los de Viva la Vida, quienes fueron los encargados de hacer la cobertura de la boda.

En el programa después de la boda los colaboradores y tertulianos se dedicaron a comentar los pormenores de la misma, minuto a minuto, junto al fotógrafo Diego Arrabal, quien aseguró que, en su cobertura del matrimonio, llegó a tomar 1.000 fotos, lo que puede hacer peligrar el contrato de exclusividad que tiene Belén con la revista ¡Hola!, y lo que hace peligrar aún más la exclusividad es que Diego Arrabal asegura tener la gran foto.

Arrabal logró tomar las fotos utilizando una grúa estacionada frente a la finca, además de un teleobjetivo de gran alcance. No trabajó solo sino con un equipo de colegas, que esperaban todos tomar la gran foto de la boda, y que tomaron a su vez una gran cantidad de fotos. Dos de los miembros del equipo fueron detenidos por los cuerpos policiales, pero los demás lograron continuar con su tarea.

Un fotógrafo infiltrado en la boda de Belén Esteban

Diego Arrabal aseguró haberse podido infiltrar dentro de la boda y pudo tomar un número considerable de fotos, y que estas fotos ya habían sido pasadas al programa, sin tener ningún tipo de intención de hacer dinero con ellas.

El colaborador del programa aseguró que ni él ni ningún miembro de su equipo eran el enemigo del que tenía que cuidarse Belén Esteban, sino de alguien de su entorno más íntimo, cosas que el mismo podía demostrar.

Una foto muy íntima que demuestra un topo entre los allegados

Diego Arrabal no solo tomó la gran foto de la ceremonia, sino que también enseñó una foto que encendió las alarmas en Viva la Vida. La imagen muestra el vestido de Belén colgado en una habitación, muy íntima y familiar, pudiendo ser la foto que toma cualquier madre antes de ver a su hija vestida de novia, tal como comentó Emma García.

Esta fotografía deja, sin duda alguna, la sensación que hay alguien del entorno más cercano de Belén que tomó fotografías sin el consentimiento de los novios y del que no se conoce que uso piensa darles.

Las fotos de uno de los eventos más mediáticos del año han causado que se use cualquier medio para tener las exclusivas de las fotos, esto pasa hasta por suplantar la identidad de personajes de medios de comunicación.