A poco menos de una semana para que finalice el concurso, los participantes del popular reality de Telecinco Gran Hermano Dúo” ya cuentan más de tres meses habitando la casa de Guadalix de la Sierra. Y cuando la situación involucra relaciones de pareja como es el caso de Irene Rosales y Kiko Rivera, la situación puede ponerse un tanto dificil sobre todo a la hora de “irse a la cama”.

Pues bien bajará la temperatura para Kiko en vista de la reciente expulsión de su compañera y esposa, Irene. La polémica en esta oportunidad viene dada por la liberal sugerencia que le hiciese Isabel Pantoja a su nuera unos días antes de su salida del reality.

Las ganas se acumulan

En un pasaje del reality, Irene le confesó a Juan Miguel mientras éste le daba un masaje en los pies que hasta ese momento no había notado tanta “necesidad”, asomando sus ganas reprimidas por las cámaras del programa.

Y es que no hay nada más natural que luego de varios meses del “encierro” en la casa de Guadalix y bajo el lente de las cámaras se alboroten las ganas y más sabiendo de la presencia de su pareja sentimental en el recinto.

También Kiko Rivera, al parecer tuvo esa necesidad recientemente, lo cual quedó en evidencia tras las la insistencia del DJ de convencer a Irene para solicitar una hora sin cámaras.

Ante esta propuesta, Irene siempre se mantuvo firme en su posición de no tener relaciones sexuales mientras estuviese en la casa.

Al punto de enfatizar que la audiencia no tenía porque saber que ella estaba haciendo sexo, aseguró que aunque ella también estaba muy excitada, no tendría relaciones sexuales hasta salir de Guadalix.

El consejo de Isabel Pantoja

Ante esta situación siempre es bueno un sabio consejo matriarcal, por lo cual Isabel Pantoja, madre de Kiko le sugirió a su nuera en una oportunidad que hicieran “edredoning”.

”Sois un matrimonio… es normal”. La propuesta, por cierto, no fue considerada por Rosales, manteniendo sus manos y sus ganas “lejos del fuego.”

Entre tanto, Irene daba a conocer el motivo por el que siempre se iba a la cama antes que el DJ. Señaló que al ser pareja, las ganas aumentan y que tal vez ella no tenga vergüenza para muchas otras cosas, sin embargo , enfatizó: “pero para esto la tengo”

Dijo en una conversación con Alejandro Albalá que sí le apetecía irse a la cama con Kiko, pero estaba claro que el mínimo roce podría hacer “estallar la mundial” y que no tenía la necesidad de hacerlo enfocada por las cámaras televisión.

Sabía que las estaban viendo “muchísimas personas” y no lo haría.

El precio de la espera

La pareja ha pasado un largo tiempo sin tener relaciones sexuales. No obstante, ha sido un negocio bastante lucrativo y rentable para la pareja.

Kiko Rivera percibe 45.000 euros semanalmente por su estancía ne la casa de Guadalix de la Sierra. Por su parte, Irene, recibe 35.000 por semana, un total de 80.000 euros a la semana que en tres meses de concurso suman 960.000 euros, una cifra bastante considerable como para soportar el tiempo de espera.