La pareja formada por Kiko Rivera e Irene Rosales dentro del reality show de Gran Hermano DÚO está viviendo uno de sus momentos más delicados. El matrimonio, que formaba el tándem perfecto cuando entraron en el concurso con la finalidad de hacerse con el maletín del premio final, está más distanciado que nunca debido a las constantes discusiones que ambos mantienen desde hace varias semanas. La última de ellas, propiciada por la falta de respeto del DJ hacia María Jesús Ruiz, a quien calificó de 'calientap****'. Unas palabras que ni siquiera su mujer vio con buenos ojos y le dijo a Rivera que debería haber medido sus palabras.

Su mujer le llama la atención por emplear descalificaciones contra la exmodelo

Después de que Irene Rosales y Sofía Suescun le llamaran la atención en la cocina al hijo de Isabel Pantoja por sus palabras hacia la ex modelo, argumentando que no tenia por qué usar esos términos ya que parecía que ella tenia que llegar hasta el final cuando calienta y esas palabras suenan muy despectivas.

La mujer del Dj le espetaba que se sentía en la obligación de decírselo debido a lo sucedido y, tras el rapapolvo de su mujer, el concursante se marchaba de la cocina calificando a su mujer de Santa Teresa de Jesús y advirtiéndole de que no tenían por qué hacerle sentir mal porque allí cada uno dice lo que piensa.

Admite que discute demasiado con su mujer y no quiere que el concurso afecte a su matrimonio

Tras la bronca con su esposa, el Dj llegaba a comunicarle a Irene Rosales que tenía ganas de abandonar el concurso, espetando que no aguantaba más y que se iba de allí. El hijo de la tonadillera ponía de manifiesto que la situación le estaba afectando demasiado y él así no podía seguir en el reality show.

Sin embargo, lo peor llegaba cuando Rivera acudió al confesionario y revelaba que ni siquiera su mujer le estaba apoyando y no quería que el reality acabara afectando de lleno a su matrimonio. El joven afirmaba que quería irse porque discute demasiado con su mujer y solo tiene ganas de estar en el confesionario todo el día.

Finalmente, el matrimonio acabó hablando la situación y el Dj le advertía que se sentía solo y atacado cuando tenía a una de las personas que más quiere de su vida. Y le afirmaba: "cuando me veas así, no me hundas". De hecho, llegó a recriminarle su frialdad ante ese tipo de situaciones, calificándola de "robot" mientras que él se calificó como una persona "de carne y hueso".