La noche de reencuentros familiares en Gran Hermano Dúo siempre es esperada con gran ansiedad por los concursantes, estando marcados por la intensidad de las emociones que salen a relucir.

Si bien algunos de los reencuentros que se producen son muy emotivos, el de Sofía Suescun con su madre, Maite Galdeano, estuvo marcado por la gran tensión que se creó entre las dos, que terminó cuando la concursante sufrió un ataque de ansiedad que le provocó un ligero desmayo y a su madre las lagrimas.

La bronca de Maite Galdeano a su hija Sofía

Esta es la tercera ocasión en que Maite visita a su hija en el concurso, y aprovechó para regañar de nuevo a su hija por su relación con Alejandro Albalá, protagonizando ambas el reencuentro más falto de afecto de la noche.

La madre de Sofía le pidió a su hija que terminará su relación con Alejandro, ya que ella está sufriendo mucho por eso, viendo como su hija siempre termina quedando mal con él y colocándolo en papel de víctima, repitiendo varias veces lo mismo, haciendo quedar muy mal a su hija por su comportamiento en la casa. Y a pesar que el público presente no dudó en manifestar su disgusto por la reprimenda, ella siguió adelante.

La intervención de Jordi González, puso punto final a la visita de Maite

Luego de finalizada la comunicación, Sofía sufrió un mareo y un ligero desmayo, luego de despedirse de su madre. El malestar que le provocó el reencuentro con su madre, evitó que pudiera reencontrarse con su ex cuñada.

La reacción ante el espectáculo brindado por la madre de la concursante

El comportamiento de Maite hizo que tanto colaboradores, como ex participantes del programa, coincidieran en criticarlo fuertemente, considerándolo fuera de tono y desconsiderado hacia Sofía.

El presentador, por su parte, trataba de explicar a los espectadores que era lo que estaba sucediendo, esperando a ver que reacción tendría la madre de Sofía cuando supiera que había sufrido un ataque de ansiedad.

Luego trató de tranquilizar a la concursante, que se encontraba bastante alterada, afirmando que Maite se había excedido en su reprimenda.

Cuando Maite regresó al estudio, tuvo que soportar las críticas y los reclamos de los colaboradores y de Jordi González, lo que le provocó las lagrimas, expresando lo mucho que ella estaba sufriendo y que en ocasiones no sabía lo que decía, afirmando que había tenido que tomar medicamentos para poder acudir al programa.

A pesar de todo, se mantuvo siempre con su hija, manifestando que sea cual sea el comportamiento de Sofía, la audiencia siempre termina en contra de ella, y que ella siempre la iba a defender, pero que también tenía que expresarle lo que estaba sintiendo.