Sálvame ahora tienen nuevo protagonista de polémicas, nuevamente los temas se vuelcan en torno a Kiko Matamoros. De cualquier modo ya había comenzado su protagonismo desde el anuncio de su divorcio con Makoke. Ahora se enfrenta con su hijo, Diego, ante las cámaras, cada uno dando de insultos al otro. Pero Matamoros quiere llevar sus acciones hasta las últimas consecuencias. Afirmó en el plató que demandaría a Diego por unas declaraciones dadas en Deluxe.

Situación que no debería sorprender a nadie, puesto que Matamoros y Diego han vivido en este conflicto desde hace tiempo.

Pero debido a la asistencia de Kiko a la boda de su hijo, parecía que las aguas se habían calmado.

La decisión más difícil

La presencia de Kiko Matamoros en la boda de Diego con Estela Grande nos hizo pensar que los conflictos entre ellos habían terminado. Pero resulta que vuelven más fuertes que nunca, iniciando con las declaraciones de Diego en Sábado Deluxe. Estas fueron desmentidas por el colaborador, sobre todo el hecho que Makoke le había sido infiel. Llegó a decir que su hijo era un monstruo y que le faltaba un tornillo, indicando que estaba algo loco.

Por lo que duda que Diego haya tenido sentimientos positivos por él en algún momento. El colaborador estaba decepcionado al extremo, por lo que dijo que su hijo era un sinvergüenza y no respetaba su vida privada.

Matamoros explicó que el supuesto hombre con el cual Makoke le era infiel, era hermano de un amigo muy cercano y es homosexual. Dijo que su hijo veía fantasmas donde no los había. Por este motivo pediría para él la pena de cárcel y que no lo mencione más en Televisión.

“Creo que en ningún momento de mi vida voy a perdonar a Diego.

Voy a ponerle una querella y voy a pedir pena de cárcel y que no vuelva a hablar de mi en televisión”. dijo.

Explicación en pleno

Todas las acusaciones hechas por Diego Matamoros tuvieron una explicación clara y concisa de parte de su padre. Como por ejemplo lo relacionado con un empleo, y ponerle un piso a alguien. Información que el colaborador dijo no haber llevado a cabo, y mucho menos haber tenido relaciones con más de 30.

Tema que resultaba descabellado a los ojos de Kiko Matamoros.

A causa de todas estas acusaciones, consideró que su hijo necesitaba tratamiento especial. Afirmó que era un psicópata, y que a pesar de su edad y que estaba casado, parecía el tonto del bote. Sus palabras pudieron dar como resultado el derecho a réplica de su hijo, pero no fue así.