En la mañana de este jueves, el rapero mallorquín de 24 años, Josep Miquel Arenas Beltrán, conocido principalmente por su seudónimo “Valtònyc”, se entregó voluntariamente a la justicia belga para responder a la euroorden emitida por España en la que se solicita su extradición a suelo español.

Algunas horas más tarde, el abogado Simon Bekaert, quien forma parte de la defensa del músico, informó a través de su cuenta en Twitter que el juez de instrucción frente al que se presentó había declarado que no había necesidad mantenerlo custodiado mientras se determina la decisión final sobre su entrega a la justicia española.

La decisión del juez

Valtònyc, quien se encuentra en suelo belga desde el pasado mayo, habría sido sometido a un interrogatorio de aproximadamente veinte minutos en el que el juez determinó la falta de riesgo de huída. El magistrado, entonces, decidió otorgarle la libertad plena, mientras se resuelve el caso sobre su extradición a España. Solamente se le prohibió la salida del país y se le requirió avisar si cambia de domicilio.

Durante las próximas semanas, otro juez de la Cámara del Consejo de Bélgica deberá decidir si se procederá a extraditar al rapero según los delitos expuestos en la euroorden emitida por la Audiencia Nacional española. La defensa confirmó que intentará frenar la extradición bajo los argumentos de que el fallo de la AN representa una violación de la libertad de expresión del rapero y de que el acto por el que fue condenado en España no es considerado delito en Bélgica.

Los Cargos

Arenas Beltrán fue declarado culpable por la Audiencia Nacional por ofender al rey y de glorificar el terrorismo y amenazar a miembros del gobierno. Por estos delitos, al mallorquín se le impuso una condena de tres años y medio en prisión. La condena fue causada por una serie de canciones que Arenas grabó y distribuyó a través de internet y en varios recitales públicos y por algunos discursos que dio en estos recitales.

En uno de sus Conciertos, el cantante animó a su audiencia a asesinar guardias civiles y a colocarle una bomba al fiscal. Valtònyc debía ingresar a prisión el día 24 de mayo del año en curso, pero el día antes de su ingreso, para evitar su condena, huyó a Bélgica donde se estableció en la ciudad de Gantes, localizada en la región flamenca del país. Hasta este momento había mantenido un perfil bajo, pero decidió romperlo este 5 de julio cuando organizó una rueda de prensa.

El autoproclamado perseguido político dice que su único delito es ser comunista y separatista. Además, mantiene su posición diciendo que no se arrepiente de ninguna palabra que ha dicho o escrito y que continuará a luchar contra el “fascismo” que gobierna en España.