Corren malos tiempos para Mila Ximénez. La colaboradora inauguraba a finales de enero una línea de joyas que ella se encargaba puntualmente de promocionar por sus redes sociales y en el programa Sálvame. Ahora, según se ha informado, el negocio ha hecho aguas en apenas dos meses.

Cronología de los hechos

La colaboración de Mila Ximénez con el diseñador Gustavo Marinero para sacar una línea de joyas se puede definir como un auténtico fracaso. La sevillana iniciaba conversaciones en noviembre de 2017 para sacar a flote una serie de joyas basadas en su imagen que se presentaron en enero de 2018.

Según JALEOS, la colaboradora no estaría muy contenta con el desarrollo de su negocio, a pesar de que la relación con el diseñador era perfecta. Desde abril de 2018, Mila Ximénez no promociona estos productos como lo venía haciendo lo que hizo sospechar que las cosas no iban tan bien como parecían.

Planes de futuro truncados

Según la propia Mila Ximénez, sus joyas habían tenido tan buena respuesta en el mercado que se estaba planteando la idea de abrir una tienda física para vender sus productos. Pero nada de eso correspondía con la realidad, pues la colaboradora de Sálvame habló de que su situación económica no era la mejor incluso después de poder desahogarse economicamente con el caché de su participación de Supervivientes.

La colaboradora incluso deseó a su amiga Terelu, que promocionaba productos de joyería con su imagen también, que le fuera mejor que a ella.

Sueños rotos

El día 5 de abril, fue el último que Mila Ximénez mostró sus joyas en el programa Sálvame y en redes sociales. Desde entonces, nos encontramos con una página web en constante mantenimiento, un diseñador que vende esas mismas joyas pero sin el sello personal de la colaboradora y una serie de tiendas que afirman no vender esos productos desde hace mucho tiempo.

La aventura en joyería de Mila Ximénez apenas ha durado dos meses y supone un gran fracaso para la sevillana.

Este negocio es una ruina

Hace apenas unos días trascendía también el cierre de la tienda "Alma" de Raquel Bollo que apuntaban a una presunta ruina económica de la ex-colaboradora de Sálvame. Mila, por su parte, se vería confiada con el éxito de las joyas por un antecedente empresarial.

Mila Ximénez había creado una serie de cremas con el nombre "Kisé" basadas en su imagen, una línea que ha ido ligeramente mejor que las joyas y que si bien no es un gran éxito, sí ha logrado una evolución creciente. Mila definió esta línea de cremas como cosmética emocional aludiendo a los constantes cambios de humor de la colaboradora.