Maite Galdeano, la ex gran hermana tiene bien claro en que le gustaría gastar parte del dinero que su hija, Sofía Suescun, ha ganado al hacerse con el primer lugar de la última edición del concurso televisivo Supervivientes. Galdeano ha afirmado que ella no se trata de una persona caprichosa por naturaleza, pero que hay una sola cosa que adoraría hacer con su hija, que también resulta ser su mejor amiga, y es ir en un crucero a recorrer el mundo entero.

El sueño de la ex gran hermana resulta hermoso sin duda alguna, pues ya tiene bastante tiempo sin salir de casa por la enfermedad de la que actualmente padece.

Además, a esto se le suma que no poco ha sido el tiempo que ha tenido que pasar alejada de la persona más importante en su vida, su hija.

Tanto Sofía como Maite han sabido aguantar muy bien la distancia que Supervivientes puso entre ellas dos, animándose mutuamente a pesar de extrañarse a morir. Y buenos frutos que este apoyo incondicional ha dado, pues ahora Sofía se ha ganado el primer puesto en el reality show luego de bastantes situaciones difíciles por las que ha tenido que atravesar.

Las distancias se rompen

Por fin, ha llegado el momento que tanto habían estado esperando Sofía Suescun y su madre, Maite Galdeano. Finalmente, luego de un par de meses separadas, vuelven a reencontrarse. Ya que Sofía es libre del programa por su bien merecido triunfo, la joven navarra ya no está atada al cayo en Honduras por más tiempo.

Suescun es libre de volver a casa a los brazos de su amada madre.

Y, sin duda alguna, a quien mejor le cae esto es a Maite Galdeano, quien después de la enfermedad en la que ha caído, ha estado incapacitada para trasladarse con la comodidad que desearía. Tanto ha sido así que, lamentablemente, no pudo trasladarse al plató televisivo de Supervivientes en Madrid para celebrar junto a su hija el triunfo del reality show.

Una recompensa marítima bien merecida

Pero ya están por experimentar tiempos mejores tanto Maite como Sofía, pues la recompensa por haber resistido en el programa hasta al final ha sido bastante jugosa. Debido a esto, Galdeano está resuelta a hacerle una proposición bastante tentadora a su hija­: un crucero por el mundo para ellas dos juntas.

Se trataría de una experiencia que le daría alivio a Galdeano luego de tanto tiempo enferma en su casa, y también sería un buen pretexto para que Sofía se relajase de todo el estrés por el que ha pasado en el cayo. Además de esto, que mejor reencuentro para esta hermosa pareja de madre e hija que irse juntas en unas vacaciones por altamar.