Las peores noticias se han confirmado para Sálvame. Ya se veía que pintaban bastos desde el mismo momento en el que la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia decidía abrir una investigación sobre un posible caso de publicidad encubierta a la revista Lecturas sucedida el pasado día 8 de noviembre de 2017, tanto en Sálvame Limón como en Sálvame Naranja.

Pues bien, en las últimas horas, la investigación se cerraba y todo quedaba visto para una sentencia que llena de nubarrones negros el futuro de uno de los espacios más controvertidos y cuestionados de la parrilla televisiva patria como lo es Sálvame en sus dos ediciones.

Sálvame y Lecturas

Porque la peor de las noticias se ha confirmado. El organismo que debe velar por la seguridad de los mercados y de la competencia en nuestro país ha convenido que se ha vulnerado el artículo 18.2 de la Ley General de Comunicación Audiovisual. El mismo que no permite "la comunicación comercial encubierta y la que utilice técnicas subliminales".

Según ha determinado la CNMC las alusiones realizadas a la publicación en cuestión se habrían llevado a cabo con el objetivo claro de promocionar la compra de la misma. Lo que habría sido probado tanto en las pruebas audiovisuales mostrando imágenes de la misma como con los testimonios de algunos de los personajes que estaban ese día en la tertulia y que, por otro lado, mantienen intereses profesionales con la publicación de marras.

De esta forma, y dado que esa forma de publicitar no está permitida y puede llegar a ser dañina ante un espectador al que se pudo inducir al error sobre si se trataba o no de una sección publicitada, se condena al programa de Telecinco al pago de una multa de 170.000 euros. Pena que deberá cargar el grupo Mediaset España.

Enfado en Mediaset con Sálvame

Grupo, este italiano, del que ya se había dicho estaba planteándose la posibilidad de sustituir el formato de Sálvame y colocar en su lugar otro formato distinto de corazón con un perfil más "blanco" y que ahora, en mitad de una pérdida de audiencia que parecía haberse atenuado, podría retomar su intención de dar un vuelco a su programación más rosa.

De momento, si algo está claro, es que a la cadena de Fuencarral le va a tocar pasar por caja y desembolsar una cantidad que no tenían previsto dedicar a una multa por publicidad engañosa. Veremos si corren cabezas o todo se salda pagando y haciendo como si aquí no hubiera pasado nada.