Si en televisión, repasando todos los programas que se han emitido desde que se abriera la primera señal, preguntáramos aquellos de "quien esté libre de manipulación que tire la primera piedra" difícilmente algún valiente se atrevería a tomar una sola.
Sin embargo, el hecho de que todos, al escoger un tema antes que otro, al ordenarlos, a tomar una palabra y no otra, estén, de alguna manera, cerciorando la realidad que dan a conocer cuando abordan alguno de sus temas, no exime a nadie de la responsabilidad que tienen. Y es que los medios de comunicación, no nos olvidemos, tienen una responsabilidad social más que evidente.
El delicado futuro de Sálvame
De ahí que sea tan grave que uno de los programas con más audiencia de nuestra parrilla televisiva durante la última década y todavía hoy en día, como lo es el tan vapuleado como seguido Sálvame, esté siendo noticia de cómo está manipulando a su audiencia en los últimos días.
Así, al menos, lo aseguraba el órgano rector de la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia, la CNMC, en su condena al programa más rosa de la TDT patria tras haberse demostrado que este espacio había incurrido en un delito de "publicidad encubierta".
Lo que en la sentencia se venía a asegurar era que, aprovechándose de la fina línea entre la información y la opinión que se ejerce en este espacio, se había tratado de influir subliminal y no tan subliminalmente en la promoción de una revista en la que, casualmente, trabajan varios de los rostros más conocidos del programa.
Pero la cosa no acaba aquí. En las últimas horas el portal Extraconfidencial sacaba a la luz cómo la dirección del programa de marras había decidido "silenciar" todo el asunto judicial que enfrenta a una de sus colaboradoras estrella, Mila Ximénez, y a Makoke, la mujer de Kiko Matamoros.
Enfado entre los seguidores de Sálvame
A lo largo de sus cuatro horas de emisión, parece, no encontraron ningún hueco para comentar un asunto que a buen seguro interesa y mucho a su morbosa audiencia. Sin embargo, alguien, imaginamos que desde arriba, prefirió 'esconder' este asunto. Al menos así lo desliza la fuente citada anteriormente.
Nada especialmente grave de no ser porque, a tenor de estos dos hechos probados, la pregunta que muchos de sus seguidores se lanzan es cuántas veces lo habrán podido hacer sin que nadie se haya dado cuenta antes. Cada uno valora su credibilidad y la pone en juego como le viene en gana. De eso no hay duda.