Lo venimos contando desde hace varias semanas. Aunque siempre ha habido rencillas entre los colaboradores, presentadores y directores de Sálvame lo que está sucediendo en el programa de corazón que más tiempo lleva en antena de la historia de nuestra parrilla televisiva hace tiempo que ha pasado de castaño oscuro.

Algo que quedaba patente el sábado pasado en el Deluxe cuando Jorge Javier no se cortaba ni un pelo en llamar "brujas" a Belén Esteban, María Patiño y Gema López, que encendía una mecha que acababa con la gallega entre lágrimas abandonando el plató y con la estrechísima relación de la que venían haciendo gala la Esteban y J.

J. por los aires.

El ambiente de Sálvame se ha vuelto ya insostenible

Un escenario que preocupa, y mucho, como por otro lado no puede ser de otra manera, a los gerifaltes de Mediaset España, quienes están asistiendo a una inevitable destrucción de la confianza y el buen rollo que ha hecho posible nueve años de emisión casi diaria de este espacio, sin que realmente puedan llegar a hacer algo para evitarlo.

Así lo comentaba también una Mila Ximénez en su columna semanal que escribe en la revista Lecturas en la que hablaba de una Belén Esteban "preocupada", a una Gema "revuelta" y a una María Patiño en un baño de lágrimas tras su discusión en directo con Jorge Javier que la había dejado a ella muy tocada.

Porque todas estas rencillas no son aisladas, sino que vienen sobreponiéndose las unas encima de las anteriores hasta el punto de haber convertido el acto de ir a trabajar al programa en un auténtico infierno, tal y como comentaba recientemente una Mila Ximénez que asegura está viviendo los últimos meses como tertuliana de este espacio.

Sálvame se va desangrando poco a poco

Por si esto fuera poco, en otra entrevista, la veterana periodista aseguraba que, dada la particular idiosincrasia del programa en el que todavía sigue trabajando, era un milagro que hubiera durado tanto tiempo. Algo de lo que se ha dado cuenta ahora, cuando, visto lo visto entre colaboradores, presentadores y directores, no le da más de "un año" de longevidad a Sálvame.

Dure un año más o se dilate algo más en el tiempo, lo que parece inevitable es que el grupo de pesos pesados que en su momento encumbró a este espacio no está en condiciones de seguir trabajando, todos los días juntos, mucho más tiempo. Como dijo aquel diseñador hace tiempo, "renovar o morir". Telecinco ya lo sabe.