Dicen los mejores toreros que, aunque la gente se lo exija, todas las tardes no pueden ser tardes de gloria. Algo que, a menudo, no resulta nada sencillo de entender y asimilar para quienes pagan la entrada en busca de su mejor faena nunca vista.

Lo mismo podría decir llevado a su campo Belén Esteban, la principal culpable de que el plató de Sálvame se llene de público cada tarde y de la que la mayoría esperan lucidez, acidez, polémica y mucho "salseo" cuando acuden al programa o lo ven desde casa por televisión.

Dulce firma una de las pocas derrotas de Belén en Sálvame

También se espera de ella, por ende, que cuando es atacada se revuelva y ponga a su atacante en su sitio. Sin embargo, no siempre es así. No todos los días son iguales, no todos los contrincantes lo son, ni actúan de la misma manera ni resulta igual de sencillo salir airoso de según qué tipo de argumentaciones.

Algo que ya sabe la rubia más famosa de España y que en la última emisión del programa de corazón decano de la televisión española pudo comprobar por ella misma en una de las tardes más aciagas que ni ella ni ninguno de sus fans recordaban.

Porque la invitada a Sálvame, Dulce, la niñera y gran defensora de Chabelita, llegó al plató central de Telecinco con la escopeta cargada y con unos cuantos cargadores que llevaban nombre y apellidos: Belén Esteban Menéndez.

Así lo hizo notar desde que se sentó en el plató y conectó la primera mirada con la de San Blas.

A diferencia de lo que suelen hacer sus enemigos cuando visitan su casa, sabedores de que se encuentra en territorio comanche, Dulce decidió no pasar ni uno solo de todos los comentarios populistas dirigidos únicamente a sus seguidores tratando de arrancar aplausos fáciles que refuerzan su figura en el programa.

Tras insinuar que casi todo el mundo que rodea a Chabelita vive de ella -incluida la invitada de la tarde- esta se revolvió y, después de decirle que apenas se le entendía cuando hablaba, le espetó un contundente: "No te alteres para pedir el aplauso fácil del público, no te alteres y no grites".

Dulce no teme a Belén Esteban

Una respuesta contundente que nadie esperaba y que primero dejó muda a la conocida como la princesa del pueblo y luego sacó la vena más barriobajera de la de San Blas. Por primera vez en mucho tiempo la habían puesto en su sitio y la humillación se hacía latente en el plató.

Tanto es así que hasta su amiga Mila Ximénez tuvo que intervenir para tratar de dejar mal a Dulce. Ya nadie pudo. Había dejado en "bragas" a la Esteban y salía triunfante del plató.