No es nuevo. A Belén Esteban se le ha venido considerando como "la gallina de los huevos de oro" desde hace mucho. Concretamente desde que decidieron ficharla y se dieron cuenta de que todo lo que tocaba -o mejor dicho que en cada programa que aparecía- lo convertía en dinero.

Como la de San Blas puede pasar por muchas cosas pero no precisamente por tonta, esta no tardó en darse cuenta de cómo su imagen se iba agrandando y de cómo su popularidad le iba dando un papel protagonista en los programas de tinte rosa de Mediaset España. Algo que le valdría una cercanía a la zona noble del grupo audiovisual de capital italiano hasta el punto de decirse que se había convertido en muy poco tiempo en la "niña mimada" de Paolo Vasile, el jefe de todo.

La Esteban ya no es intocable

Sin embargo, y como todo lo bueno tiene una cara menos amable, se dice que la rubia más famosa de España no tardaba en hacer efectivo ese peso específico dentro de la cadena de Fuencarral para hacer y deshacer a su antojo. De hecho, no han sido pocos los famosos que han asegurado estar vetados por la ex mujer de Jesuín de Ubrique. Algo que indicaría el poder que esta ha conseguido en Telecinco.

Quizás fruto de esa cercanía al poder, que cuando las cosas han ido con viento a favor era maravillosa y cuando no era así han ido peor, la relación entre la madre de Andreíta y sus jefes parece estar deteriorándose a marchas forzadas.

No es menos cierto que sus Belenazos en Sábado Deluxe están firmando cada vez peores datos de audiencia o que su última aparición en Viva la vida le hizo perder hasta dos puntos de cuota de pantalla a la cadena el pasado domingo.

Algo de lo que son muy conscientes sus jefes.

Por si esto fuera poco, y sabedora de que cada vez está más tocada en cuanto a su poder, Belén no titubeaba en lanzar un dardo a la zona noble de Mediaset revelando por primera vez que acudió a Gran Hermano VIP no porque quisiera, sino porque se lo conminaron sus jefes. Ella no quería, pero se vio poco menos que obligada a hacerlo.

Telecinco pasará factura a Belén

Declaraciones que, como tantas otras apuntando hacia arriba que está deslizando la colaboradora de Sálvame, no están gustando nada a los gerifaltes del grupo audiovisual transalpino. De ahí que no se descarte, como apuntan algunos, que acabe teniendo consecuencias.

Todo dependerá, parece, de si Belén para esta guerra fría o la lleva a otro nivel. Si va a más, que nadie dude que le pasará factura. Veremos cómo.