Cuando los psicólogos hablan de conceptos como rencor, resquemor u odio quizás deberían, además de tomar referentes de altura, tomar ejemplos de a pie para que a los neófitos en la materia les entren mejor según qué definiciones.
Y es que no hay nada mejor que los ejemplos que están a pie de calle -o de televisor- que todo el mundo conoce y que hacen gala de llevar al extremo algunos conceptos como los mencionados anteriormente. Y para muestra un par de botones como son Belén Esteban y Jesulín de Ubrique.
Veinte años después de poner punto final a su relación, y a pesar de tener una hija en común, la princesa del pueblo y el que fuera matador de toros siguen sumergidos en una eterna guerra de enemistad, faltas de respeto y ataques en público que, al menos desde fuera, cuesta entender cómo puede seguir tan viva y vigente.
De hecho, ni siquiera hace falta que nada nuevo suceda entre ellos para que, un micrófono, una cámara o un periodista mediante, la colaboradora televisiva más famosa de España atice sin venir a cuento al que fuera su marido durante una etapa que le acompañará, eso sí, el resto de su vida.
Belén Esteban no rehuye meterse en un nuevo charco
La última ocasión en la que la rubia más famosa de España aprovechaba para lanzar un dardo envenenado al padre de Andreíta era hace unas horas con motivo del primer cumpleaños de Socialité -el programa que presenta su amiguísima María Patiño- y que la llevaba de picnic para hacer un repaso de algunas noticias que han tenido lugar en este espacio rosa que celebra estos días su primer aniversario.
Cuando parecía que las aguas bajaban de lo más calmadas en su relación con su ex marido, esta se acordaba de él para criticar su actitud con el programa en el capítulo que acabó con la supuesta agresión -ya que todavía no ha habido ninguna sentencia que la ratifique- del torero al reportero de Socialité.
La puya de Belén Esteban y Jesulín de Ubrique
Una puya en toda regla que deja claro al lado de quién está en este tema y de quién no lo está ni lo estará que profería estando en un ambiente de lo más relajado y proclive para enterrar temas del pasado y evitar responder a cuestiones que solo pueden avivar cenizas que se creían apagadas.
Si hay una persona a la que le gusta la polémica, meterse en los charcos y la guerra esa es Belén Esteban y no ha tardado en volver a dejarlo claro. Veremos si llega alguna respuesta tanto del diestro como de su mujer, María José Campanario. No descarten nada.