No es la primera vez que se le acusa a Paz Padilla de clasista. La última vez, como ahora, tuvo una repercusión de aúpa al publicar en su cuenta oficial en las redes sociales una fotografía a modo de felicitación de la Navidad en la que mostraba tanto a su hija como a su sirvienta que, en este caso, y como sucediera hace unos cuantos decenios, era de raza negra y portaba el vestido 'oficial' de chica de la casa.

A pesar del cirio que se montó entonces con aquel asunto parece que la presentadora de Sálvame no ha aprendido nada y, de nuevo, a echado mano de clasista a la par que de ignorante al realizar un nuevo desafortunado comentario que, por otro lado, servía para echar piedras a su tejado acusando a su propia cadena.

Polémica con Mayte Zaldívar

Y es que, para la gaditana, es incomprensible que Telecinco haya decidido contar con una persona con un pasado carcelario como Mayte Zaldívar para su nueva edición de Supervivientes. Según la andaluza, con todos los famosos que hay disponibles y deseosos de entrar con una hoja de antecedentes limpia, no puede entender cómo se ha optado por la que fuera mujer de Julián Muñoz. Una declaración que parte de dos puntos de partida que, aunque seguramente no conozca, parten erróneamente.

Lo primero que Paz Padilla debería saber, y máxime trabajando en televisión, es que "a nadie se le puede juzgar dos veces por el mismo delito". Según nuestra legislación, cualquier condenado por un delito "X" deja de ser considerado como un delincuente en el mismo momento que acaba su pena.

Precisamente es la pena la que le conmuta el adjetivo.

Algo que quizás trabajando en Sálvame, donde gusta aplicar la conocida como "pena de la televisión" quizás sea algo complicado de entender. Y es que este escarnio público, que a menudo condena de antemano a inocentes a los que los medios marcan de por vida, gusta y mucho en su espacio laboral.

El enésimo ridículo de Paz Padilla

Lo segundo que alguien debería explicarle a la buena de Paz sobre nuestro sistema judicial es que las penas de privación de libertad que se establecen en España se imponen con el objetivo de "reinsertar". Es decir, que el propio sistema está creado para que cualquier encarcelado, una vez salga, trate de llevar una vida normal alejada de aquello que le llevó a delinquir.

En este sentido, cualquier palo en las ruedas de terceros, debe ser condenable.

De ahí que no sean pocos los que están atizando ya, y con razón, a una Padilla que cada día parece más clasista... y más empeñada en hacernos ver todo lo que no sabe de cualquier tema que habla.