La colaboradora del programa Sálvame Belén Esteban, se frotaba las manos creyendo en su suprema estulticia, que iba a poder dejar a Carlos Lozano a los pies de los caballos por la desafortunada anécdota de su ‘desaparición’ y se llevo unos cuantos zascas a los que intentó responder como solo ella sabe hacerlo, poniéndose en pie para intentar luego invadir el espacio personal de Carlos. El resultado fue que nuevamente quedó en ridículo.

La risa hueca de Belén Esteban

La colaboradora (que no copresentadora, aunque ella en su incultura sigue pensando que si lo dice de vez en cuando algo le quedará a la sufrida audiencia y otra de sus mentiras puede que suene a realidad) se preparaba para tratar de dejar a Carlos Lozano "El defensor de la audiencia", sin palabras.

No se puede ser menos inteligente.

Así que en cuanto Carlos hizo acto de presencia en plató le espetaba: “El defensor del pueblo, el que va dando lecciones de moralidad, ja,ja,ja” a lo que Carlos sin despeinarse (de momento es verdad que no puede) le contestaba: “Prefiero callarme lo de las lecciones de moralidad, Belencita”.

Pero ella no cejaba en su empeño, como si fuese un Pitbull con su presa: “Nadie puede dar consejos a nadie ¡Venga!”. “Siempre que he salido de fiesta he vuelto a mi casa” y Carlos le daba el zasca definitivo: "Si hablamos de fiesta, hablamos todos. De moralidad, lo único que le digo a Belén es que no hable de moralidad porque si hablamos de fiesta, no sabemos quién ha salido más de fiesta".

Las redes se incendiaron. Aquí un pequeño ejemplo:

Ya no la paran impidiendo que quede en evidencia.

Belén Esteban quería más y por eso replicaba: “Yo hablo de la moralidad que has dado aquí los dos primeros días. Cuando yo he salido de fiesta lo que no ha hecho mi familia es poner una denuncia por desaparición”.

Se olvida Belén de dos cosas fundamentales. Primero: que ella tenía una niña pequeña a la que dejaba tendida por la chica de servicio y a veces por su madre, mientras ella se ponía ‘malita’ y segundo: que su familia delegaba en su representante Toño Sanchís ( ese a quien ahora menosprecia) que se recorría todos los garitos madrileños de madrugada, un día si y otro también para lograr hacerla volver a casa.

Carlos en ese momento no tenía a nadie esperándolo, si decidió irse de afters con sus amigos es cosa suya y desde luego el espectáculo de ver a esta mujer intentando darle la vuelta a una tortilla que acabo atragantándosele fue lo mejor de Sálvame: “Prefiero ser fiestero que aburrido”, zanjó el presentador.

El remate fue cuando le dijo que a ella nunca le habían hecho fotos yendo de afters. ¡Qué flaca memoria tiene la ex princesa del pueblo! Por lo visto no recuerda que Aida Nizar mostró unas fotos suyas allá por el 2009, revolviendo como loca en una papelera, a la salida de una discoteca. A estas alturas ya nadie duda del motivo de la búsqueda sobre el que se especuló y mucho.

Ella demandó y aunque ganó en primera instancia, el Supremo le dio la razón a Nizar en 2010. Anda que si el Supremo también le da ahora la razón a Toño Sanchís…..