Sorpresa ayer ante la presencia de Carlos Lozano, el nuevo Defensor de la audiencia en sustitución de Teresa Campos a la que cada vez tienen más arrinconada en Mediaset. Es la venganza de Paolo Vasile por aquel “gilipollas” que le soltó desde Antena 3 y que nunca ha olvidado.

Ahora Teresa está allende los mares en un nuevo y forzado capítulo de su docu-Reality en el que no ha tenido más remedio que incluir a su pareja para ver si así la audiencia les es más propicia.

La fría bienvenida de los colaboradores

La primera fue, como no, Belén Esteban a quien parece que están empeñados en dejar que se hunda ella solita dándole cada vez más protagonismo en “Sálvame” por lo que ahora la vemos cada tarde muy activa aunque en situaciones un tanto ridículas y fuera de lugar.

Todos estaban al tanto de que era el ganador moral de “GH VIP 4” el que venia a sustituir a Teresa Campos, muchos de ellos, algunos por antiguas rencillas y otros por llamar la atención, aprovecharon el reality para ponerlo como se dice vulgarmente a caer de un burro, pero la audiencia se movilizó a favor del presentador que sin despeinarse ponía a cada uno de sus compañeros y compañeras en su sitio de forma irónica pero con contundencia.

Preguntada Belén por Jorge Javier sobre su parecer respecto a la incorporación de Carlos, contestó con un lacónico “Ni fu, ni fa”, que luego quiso justificar sin éxito. Mila Ximénez torcía el gesto. Ya lo había advertido el día anterior “Vendrá alguien al que no soportamos a tocarnos las narices”.

Carlos ha llegado para quedarse, por lo menos hasta que presumiblemente vuelvan a ofrecerle un puesto de presentador que es lo suyo y lo que más le apetece hacer, pero mientras tanto, no hay duda de que su sección de los miércoles promete y mucho.

Los 'mensajitos' de Carlos Lozano

No hay duda de que todavía el romance-montaje de Gustavo González y María Lapiedra sigue siendo de interés y por eso la audiencia opina y Carlos le lanzó una andanada a Gustavo al preguntarle si estaba vendiendo su intimidad solo por dinero.

El paparazzo se rebotó y acusó a Carlos de lo mismo, pero el presentador lejos de achantarse le contestó que él si había salido a los medios era para defenderse: “No he contado mis intimidades por dinero, cuidadito que no tiene nada que ver”.

El único que de momento parece apoyar a Carlos Lozano es precisamente Kiko Hernández y lógicamente salió a la palestra el encontronazo que tuvo con Anabel Pantoja.

Kiko reconoció que perdió los nervios pero que ya le había pedido perdón a Anabel. La audiencia dijo de todo a favor y en contra de ella y Carlos le dejó un mensaje a la sobrinísima: “Que dé alguna bombita de vez en cuando y así estará más tranquila”.

Carlos tuvo para todos, pero sin alterarse ni subir la voz. Al finalizar les pidió comprensión ya que él solamente es la voz de la audiencia y su defensor.

No hay duda de que la polémica está servida porque Carlos Lozano no está por almibarar a nadie ni por evitar las llamadas más conflictivas como hacía Teresa Campos que iba a plató a lucir modelitos, zapatos y poco más.