La dirección de Telecinco y más concretamente la de Sálvame no gana para sobresaltos. Si ayer una revista la que llevaba a su portada que Mila Ximénez abandonaba el programa para siempre con una información que tenía que desmentir la interesada en las redes sociales para informar del porqué de su ausencia en las últimas semanas, ahora es su colaboradora estrella la que ha levantado todas las alarmas.

Lo hacía en la última emisión del espacio de corazón decano de la televisión española tras un nuevo enfrentamiento con el rey del cortijo que se saldó con dos tertulianas abandonando el plató y con muy poquitas ganas de volver por allí durante un tiempo.

Al menos si las cosas no cambian a corto plazo.

Todo tenía lugar cuando se sacó el tema de la relación que a día de hoy tendrían Kiko Rivera 'Paquirrín' y su hermana Chabelita, pidiendo entonces intervenir la hija de María Teresa Campos y siendo cortada cuando trataba de arrancar su exposición por un Kiko Hernández que quería apostillar que querían hacerles creer que se llevaban divinamente cuando las redes sociales de ambos no dejan de emitir señales de todo lo contrario.

Fue entonces cuando Lydia Lozano, sin respetar el turno de palabra pedido por Terelu, se volvió a adelantar a la protagonista de Las Campos dejándola con la palabra en la boca, a pesar que, de nuevo, había vuelto a pedir el turno para hablar antes que la interlocutora que ahora copaba el plano.

Situación que le hacía saltar cuando, Jorge Javier Vázquez, especialmente hiriente cuando se pone en el papel de borde, le recordaba que hoy no estaba hablando y deslizando que debía hacerlo para justificar su presencia en el programa. Era entonces cuando esta, visiblemente enfadada, se levantaba y se iba.

Mal ambiente en Sálvame

Poco después, tras haber sufrido una situación similar, y sin esperar a que el presentador le tomase más el pelo a ella como le había sucedido a la ya ausente, la de San Blas espetó un contundente "¡Anda!

No hay dos sin tres. ¡Me levanto yo también que no me dejáis hablar!".

Así era como el programa, por las jugarretas de su conductor, se quedaba sin apenas comentaristas de la actualidad. A pesar de las insistencias de propios y extraños, estas se quedaban en sus trece en la zona alejada de las cámaras rajando contra la actitud que algunos de sus compañeros y Jorge Javier estaban teniendo esta tarde. Se juraban que para volver tendrían que cambiar las cosas.