Susto en casa de Belén Esteban el que han vivido en las últimas horas y que ha requerido de la intervención médica tras el accidente doméstico que la colaboradora de Sálvame sufría en el día de ayer.
Un percance en casa que por unos momentos se creyó podría ser algo más serio al requerir de un vendaje algo aparatoso que todavía sigue portando la rubia más famosa de España y con el que apareció ayer en el programa en el que trabaja haciendo saltar las alarmas de los presentes y de la audiencia en casa.
Obviamente lo primero que hacía este espacio era tranquilizar a todos los telespectadores indicándoles que la ex mujer de Jesulín de Ubrique no había sufrido ningún problema grave y que el vendaje que portaba era fruto de un accidente doméstico que esta había sufrido mientras cocinaba.
Concretamente, lo que había pasado es que la de San Blas se había quemado la mano mientras "preparaba una tortilla de patatas con cebolla". Esta le había dado problemas y le había abrasado cierta parte del tejido epidérmico, pero sin consecuencias graves, más allá del terrible escozor y de tener que pasar unos días con la mano vendada, con dolores y a la espera de que este se regenere para poder recuperar la normalidad en su mano derecha.
No obstante, lo más importante, y de ahí que lo quisiera subrayar, ni se trataba de nada grave, ni mucho menos de nada relacionado con sus problemas que recientemente la tenían alejada de los medios de comunicación durante varias semanas para que pudieran insertarle una bomba de insulina que esta estaría a punto de colocarse.
El aparato electrónico que Belén portará en su cuerpo
Tal y como esta ha venido contando, para quien no la entienda la bomba de insulina es como si fuera "un móvil" que esta tendrá que llevar consigo durante el resto de sus días junto a la zona de la barriga. Este, a través de un catéter, irá suministrando la insulina que vaya necesitando a lo lardo de todo el día de manera inteligente, evitando así que esta pueda sufrir alguna nueva crisis como las que le dejaran KO en un pasado no tan lejano.
De nuevo, para que nadie se asuste, recordaba que se trata de una intervención sencilla que se realizará en unas horas y que no la tendrá alejada de los medios durante nada más que un día o dos. A partir de ese día, se supone, su vida será otra ganando calidad de vida y, lo más importante, evitando que más sustos vuelvan a poner su vida en peligro. La intervención será muy pronto.