Es cierto. En tocas casas cueces habas. Eso sí, no en todas cuecen de la misma manera ni acaban sabiendo de la misma forma tras ser cocidas.
La experiencia nos dice que cuando estas se van cociendo a fuego lento y en televisión la cosa suele acabar de la peor manera posible. Algo que conocen muy bien en un espacio televisivo como lo es el del programa de corazón que más años lleva en la parrilla televisiva patria.
Y es que en Sálvame, el gallinero vespertino de la TDT por excelencia, las guerras que se han librado y se siguen librando difícilmente acaban sin cadáveres y sin heridas de guerra para todos los que deciden ponerse en primera línea de combate como ahora mismo está sucediendo entre algunos de ellos.
Para muestra unos cuantos botones como las declaraciones de Paz Padilla de hace un año hablando de "bullying" de los colaboradores, la salida de Karmele Marchante utilizando los mismos términos por la puerta de atrás, el abandono entre lágrimas de Raquel Bollo, la marcha echando pestes de Rosa Benito y más recientemente la espantada de Kiko Matamoros tras una guerra encarnizada contra Mila Ximénez.
Una Mila que ahora vuelve a protagonizar una nueva encarnizada, en este caso contra el último en llegar como es el nuevo defensor del espectador, Carlos Lozano. A quien parece no puede aguantar ni en pintura... como por otro lado le sucede a algún que otro colaborador más.
Y es que en esta guerra la veterana periodista se ha aliado a Belén Esteban con el fin de, como mínimo, dejarle claro al conductor de Granjero busca esposa que allí no es bienvenido.
Así lo interpreta un Lozano que tras una semana de empezar no ha tardado en denunciar lo "mal" que le están tratando allí desde "el gallinero" de colaboradores. Como este los nombra.
Los enormes jaleos entre colaboradores de Sálvame
Según lo que se desprende de sus palabras, estos tendrían clarísimo que no lo quieren ver más allí dando voz a la audiencia que los critica y se lo habrían empezado a hacer saber a las bravas y con unas formas de lo más discutibles.
Algo que no impediría que este haya decidido seguir haciendo la labor que le han encomendado, aunque estos le presionen para que abandone cuanto antes mejor.
Después de calificar el trato recibido por parte de estas dos colaboradores como el que ni él le daría "a mi peor enemigo", otros colaboradores como Gema López y Alonso Caparrós se han puesto del lado de Belén y Mila para recordarle que allí no tiene amigo. Una nueva guerra civil que muy posiblemente acabe como el resto: Con Carlos marchándose de allí.