Sorpresón por todo lo alto el que se ha conocido durante las últimas horas en relación a la crisis sentimental por la que estaría atravesando una de las parejas más seguidas con atención por parte de los medios de comunicación como es la formada por Belén Esteban y Miguel Martos.

Así lo recogen varios medios, entre los que destacan nuestros compañeros de EsDiario, que no dudan en afirmar que los fantasmas del pasado han vuelto a aparecerse a una dupla que en las últimas fechas estaría atravesando un duro bache que tendría a la pareja "en crisis".

Lejos de dejarlo ahí, estos van más allá y confirman que "la relación de la Esteban con su novio hace aguas", a tenor de lo que han podido averiguar de fuentes cercanas a la pareja y que habrían constatado un distanciamiento durante las señaladas fechas de las que apenas estamos saliendo que los tendría más alejados que nunca.

Al mentarse como razones principales los asuntos de siempre, parece que la reticencia del conductor de ambulancias a formalizar la relación, a dar el paso de formar una familia con todas las letras, de las de antes, y lanzarse a poner fecha a lo largo de este 2018 a lo que muchos ya esperan con anhelo como es su boda, podría tener, pues, algo que ver.

Belén Esteban estaría en su peor momento

La misma fuente a la que hacíamos referencia señala que Belén Esteban estaría en "su peor momento", dado que estos duros e inesperados problemas de pareja se unirían a los que le han surgido recientemente en el ámbito laboral y que hablan de una rebaja salarial de hasta el cincuenta por ciento de lo que ahora mismo estaría percibiendo, como condición indispensable para prolongar su contrato durante al menos uno o dos años más.

Algo que no habría gustado ni un poquito a la de San Blas, que cabe recordar no se deja ver por los pasillos de la televisión de Fuencarral desde que arrancara el año en lo que ha sido calificado por algunos medios como Periodista Digital como una suerte de huelga que tendría como objetivo tensar unas negociaciones que podrían estar en punto muerto a la espera de algún movimiento.

Si a esto le sumamos la ausencia de su hija, a quien ha estado tan unida durante los últimos dieciocho años, de vuelta a Reino Unido para afrontar el último semestre de su primer curso universitario, parece evidente que, sea o no su peor momento, se aleja muy mucho del que fuera el mejor. Veremos cómo sale de todos estos peliagudos asuntos.