Si hay un mundo que colapsa como ningún otro la actividad judicial en este país ese es el de la Televisión y más concretamente el de los programas que versan sobre la crónica social.
Allí, personajes y comentaristas se intercambian querellas cada dos por tres. Cada vez que alguien considera que se ha puesto en entredicho su derecho a la intimidad, al honor y a la propia imagen, reúnen a sus abogados e inician procesos judiciales que a menudo, quedan en nada.
Si hablamos de personajes que viven en una espiral de denuncias judiciales de todo tipo y pelaje, quien podría llevarse la palma en estos momentos es Belén Esteban, que parece haberle cogido el gustito a lo de llevar frente al juez a todos aquellos que pasen un raya que parece cada vez más fina.
Como si de un dos por uno se tratara, tras el anuncio de su hija Andrea Janeiro de que tomaría medidas legales contra todos aquellos que no respetasen su voluntad de mantenerse en el anonimato, su madre ha aprovechado esta inercia para anunciar en su vuelta a la televisión a diestro y siniestro un nuevo carrusel de demandas que promete no dejar títere con cabeza.
Después de negar que cobre 60.000 euros por su actividad en "Sálvame diario" y 90.000 euros por cada presencia en el Sábado Deluxe -cifras que jamás hemos visto publicadas como fijas por presencia en ninguna cabecera- esta ha asegurado que todos aquellos que lo hayan afirmado han recibido o recibirán un burofax en los que se les inste a rectificar.
Por si esto fuera poco, quien también parece tener todos los número para seguir recibiendo citaciones judiciales con su nombre es su enemigo público número uno: Toño Sanchís, quien en las últimas horas la comparaba como "un bocadillo de panceta", además de echar por tierra su credibilidad y su futuro en televisión, al considerarla un personaje a la baja.
Jesulín, a punto de recibir una denuncia de Belén Esteban
Quien también tiene bastantes papeletas para que la rifa de denuncias le acabe tocando es su ex pareja, Jesulín de Ubrique. Y es que el hecho de que este haya decidido dar una entrevista y no cortarse a la hora de hablar de su hija podría suponerle una citación que supondría la vuelta a la senda de los cruces de denuncias entre la que fuera la pareja más seguida de España durante mucho tiempo.
Denunciar como si se estuviera invitando a una copa a todos aquellos que creemos piensan diferente, dicen algo de nosotros o nos interpretan como no queremos, no parece la mejor manera de que dejen de hacerlo. Habrá que esperar para verlo.