Aunque nadie sabe del todo y a ciencia cierta cuál es la edad real de Lydia Lozano, dado que de ella se ha llegado a publicar que ha celebrado los 57 hasta cuatro veces, lo cierto es que es esta la edad que todos creemos consta en su documento nacional de identidad en estos momentos.

El cumpleaños de Lydia Lozano

Una edad que la colaboradora de Sálvame no aparenta, a pesar de ser una de las periodistas de este programa que menos veces ha pasado por chapa y pintura y que hablan a la perfección de una genética privilegiada que la tiene enfocándose a los sesenta en plenas facultades y, lo que es mejor aún, más enamorada que nunca y rodeada de muchos seres queridos.

Gente que no quiso perderse una fiesta de cumpleaños a la altura que esta celebraba en los últimos días y que era completada con la guinda: La felicitación del programa y de sus compañeros en antena, regalos de todo tipo incluidos. Alguno de ellos, a buen seguro, se lo podían haber ahorrado si lo que querían era regalarle una buena tarde.

Y es que Kiko Hernández, con quien esta recuperaba su relación hace poco tras muchos años siendo uña y carne y un último curso en el que parecía se habían distanciado para siempre, sorprendió acudiendo con dos ramos de flores y una sorpresa que ni por asomo la rubia platino de Sálvame se esperaba.

Después de descubrir que uno de dos ramos era de Kiko, pero que otro era de su club de fans, detalle que este había omitido, el colaborador con "o" mejor pagado del programa sorprendía a propios y extraños revelando que le había conseguido tanto a él como al equipo conseguir una felicitación que, por suerte, había llegado a tiempo.

Este pedía que le dieran al "play" y en ese momento aparecía dejando atónitos a todos nada más y nada menos que Amablito, el joven cubano que hace dos años aseguraba, dando todo tipo de detalles sobre su aventura, haber estado con la periodista durante una época. La cara de Lozano era todo un poema.

Sorpresón para Lydia Lozano en su cumple

Una felicitación que el cubano calificaba como "acontecimiento mundial" que no se quería perder, a pesar de que hacía "mucho tiempo que no hablamos" agregando que le encantaría volver a verla y celebrarlo "como en los viejos tiempos", dejando caer que se lo llegaron a pasar juntos mucho mejor que bien.

Para entonces el gesto de Lydia ya estaba completamente torcido. No obstante no quiso perder la ocasión para mandarle un beso irónico a él y otro a su padre, a quien le había llegado información a la interesada estaba a punto de hablar de ella, claro está, a cambio de dinero.