La infanta Cristina está atravesando uno de sus momentos personales más delicados en los últimos días. A su vida en Ginebra, alejada de su familia y a la espera de un fallo definitivo del Tribunal Supremo que determine la condena que deberá cumplir su esposo, el ex Duque de Palma, Iñaki Urdangarín, actualmente condenado a 6 años y tres meses de prisión y a una multa de 500.000 euros por varios delitos en el caso Nóos, se ha sumado un desprecio familiar desde Zarzuela en plena Navidad.

La infanta Cristina recibe un duro mazazo familiar por Navidad

Confiando en visitar el palacio de la Zarzuela con motivo de estas fechas tan esperadas, Cristina de Borbón se ha encontrado con un duro desplante por parte de su familia. Según cuenta 'EsDiario', la hija menor de los Reyes eméritos, no fue invitada a la comida de Navidad celebrada el pasado 25 de diciembre y a la que acudieron sus padres, sus hermanos, sus tías e incluso las infantas. No obstante, el principal motivo de este rechazo, según fuentes de 'EsDiario', ha sido la negativa de los actuales Reyes, Felipe VI y Doña Letizia, pese a que el encuentro corría a cargo de los Reyes eméritos.

La nula relación entre Felipe VI y Doña Letizia con la infanta Cristina

No obstante, la situación de la infanta Cristina es crítica desde hace varios meses, pues las relaciones familiares son casi nulas. De hecho, Felipe VI y Letizia ni siquiera le dirigen la palabra y aunque varios medios atribuyeron esta nula relación a una decisión de la reina consorte, todo indica que nada tiene que ver.

La realidad es bien distinta, y este cese en la relación fue originado tras un fuerte enfrentamiento del monarca con su cuñado, Iñaki Urdangarín, siendo el principal motivo de la disputa, la imagen pública centrada en los lujos que estaba dando el marido de la infanta.

La depresión de la infanta Cristina, más acentuada que nunca tras los desprecios

No obstante, los altibajos personales y familiares vividos por la infanta Cristina, fruto de la implicación y condena de su marido por el caso Nóos, le han generado serios problemas de salud. Fue la periodista y escritora Pilar Eyre quien llegó a revelar allá por el 2012 que el mensaje navideño de Juan Carlos I donde afirmaba "la justicia es igual para todos" fue un duro golpe para su hija, tanto es así, que "cayó en depresión tras el discurso del Rey" y estuvo llorando durante una semana sin cogerle el teléfono a su padre.