Parece complicado que las cosas pudieran ir peor para el entorno de Las Campos. Con la relación de las dos hijas de María Teresa pendiendo de un hilo, con el futuro de estas y de su madre pendiendo del éxito o el fracaso de la segunda temporada de Las Campos ya en marcha, con problemas más que serios para pagar sus deudas con Hacienda que les han llevado a poner a la venta una mansión que nadie quiere comprar y ahora con el novio de la matriarca liándola en la vía pública.
Y es que Bigote Arrocet, el último en llegar a la familia, también empieza a salir a titular por semana, casi sin darse cuenta.
El cómico, que vive estos días su vida de soltero por la capital de España, sabedor de que cada céntimo cuenta, no ha dudado en tirar del transporte público para no despilfarrar hasta que lleguen tiempos mejores y así poder moverse para sus cosas mientras hace tiempo a que su novia vuelva.
Pues bien, quizás sea por su falta de costumbre para manejarse en el transporte público de la ciudad de Madrid o por un descuido que le ha llevado a ser noticia en no pocos medios, lo cierto es que, tal y como desvelaban nuestros compañeros de Socialité en su última edición de este fin de semana, Edmundo protagonizaba una bochornosa escena de la que seguro se arrepentirá.
Tal y como este espacio aseguraba, este, decidido a subirse a un bus de línea, lo hacía decidido, a pesar de no contar con un solo céntimo en su bonobús.
Algo que provocaba que el conductor, que controla que no suba nadie sin pagar, le pidiera que rellenara su tarjeta o la actualizase para poder disfrutar, como el resto de madrileños, de ese servicio.
Al pedirle el chófer que pague como todo el mundo este se ríe y decide no pagar en una bochornosa escena que al parecer habría provocado momentos de tensión entre los presentes en dicho bus.
Y es que, según esta información de la que nos hacemos eco, el sudamericano se habría negado a pagar su billete tras ser conminado a hacerlo.
Bigote y su escena en el bus
Tras este plantón de cara del afamado ex concursante de Supervivientes, el conductor no tuvo más remedio que echarlo, siempre según narró Socialité, en una de las escenas más bochornosas en las que este habría participado nunca, al menos en la vía pública.
Ya que, obviamente, ni pudo subirse al autobús ni le sirvió de nada aquella escena teniendo que ver cómo el servicio se alejaba desde la acera. Veremos qué opina María Teresa Campos cuando vuelva de este nuevo lío con su novio como protagonista.