Y llegó el día que más temía que llegara Toño Sanchís. Empezaba hace unas horas cuando el juzgado que lleva su causa contra Belén Esteban decidía comenzar un embargo judicial a los bienes del representante de famosos sin que este haya podido paralizarlo bajo ninguna circunstancia.

Cinco meses después de que viera la luz la sentencia que obligaba a pagar al que fuera manager durante toda su vida laboral de la Princesa del pueblo, el juez ha decidido embargar la vivienda del colaborador de El programa de Ana Rosa para así responder de manera efectiva a los casi 400.000 euros que se estipuló debería abonar a la que fuera su representada.

Una entrega con la que quedarían saldadas todas las cuentas pendientes judiciales con la colaboradora de Sálvame y que privará, salvo que un nuevo recurso consiga devolvérsela al que hasta hace unas horas era su propietario, de un chalé de 450 metros cuadrados ubicado en la localidad de Villanueva del Pardillo, tal y como recogen nuestros compañeros de Vanitatis.

Con casi 300 metros edificados, tres plantas, un aparcamiento interior, varias terrazas, un amplio jardín y otras tantas habitaciones, el chalé construido en plena burbuja durante el año 2000 pasará a estar a nombre de una Belén Esteban que, así, ve cómo se aumenta su patrimonio de manera considerable consiguiendo un nuevo inmueble en una zona "de bien" de la capital de España que cuenta, entre otras cosas, con vigilancia privada.

Toño, muy dolido con el embargo de su casa

Aunque todavía no ha querido hacer declaraciones públicas al respecto, al menos no a la hora de publicación de este artículo, lo cierto es que el manager de famosos ya había hablado sobre esta posibilidad en los últimos meses, indicando que esperaba que la justicia se impusiese y el sentido común evitase que tuviera que hacer frente a su deuda con sus únicos bienes.

Algo que, a la vista de los hechos más recientes, no ha podido evitar y que, salvo que prospere la reclamación del valenciano, ha acabado con la entrega de llaves a la policía de un Toño que, tanto él como su familia, estarían muy tocados tras perder aquello que tanto les habría costado conseguir a través de su trabajo.

Sea como fuere, parece que la justicia ha decidido que el embargo se produzca y ahora solo queda recurrir y seguir esperando. De momento, la que era su casa ya no lo es. La deuda, por tanto, se da a estas horas por completamente saldada. A ver qué dice Belén.