Pablo Iglesias, el secretario general de Podemos, vuelve a causar controversia con sus declaraciones. La convulsa situación de Cataluña está perjudicando gravemente la imagen del partido dada la ambigüedad con la que se está tratando la delicada situación independentista dentro del mismo. Si hace apenas una semana, se pronunciaba Carolina Bescansa en contra de la actitud de su propio partido, al que le reprochó dirigirse únicamente al independentismo y no a los españoles, ahora ha sido el propio Iglesias el que se ha pronunciado.
La bochornosa humillación de Iglesias a Felipe VI en el discurso
Con motivo de un acto celebrado en el día de ayer en defensa de la "plurinacionalidad", el dirigente de Podemos arremetía duramente contra Felipe VI como nunca antes se había visto. Desviando toda la atención del tema separatista actual, Iglesias lanzaba unas preguntas al monarca un tanto descabelladas y totalmente desacertadas. El politólogo le preguntaba al monarca si aceptaría que la ley se aplicara con todo el rigor a su cuñado. Más tarde volvía a la carga preguntando si aceptaría que la ley se aplicase con dureza a su hermana, la infanta Cristina y a su padre, el Rey emérito Juan Carlos I.
De este modo, el líder de Podemos volvía a cargar contra Felipe VI en uno de los momentos más convulsos de la política española, mezclando temas que no guardaban relación alguna con el lema del congreso: "Conectar España: plurinacionalidad, solidaridad, fraternidad".
No obstante, no se trata de la primera vez que Iglesias ataca directamente y sin tapujos contra la institución de la monarquía y contra el Rey Felipe en concreto, de quien llegó a admitir que no le representaba tras su discurso en plena crisis catalana.
El posicionamiento de Podemos, en pro del separatismo
El discurso de Iglesias, totalmente orientado a la izquierda radical y centrándose en destrozar la imagen de la monarquía española, ha sido duramente criticado, pues en ningún momento ha intentado solventar el problema separatista.
Es más, la última idea de Iglesias se centra en forjar una alianza con los independentistas de cara a las elecciones del 21-D apostando por el candidato de En Comú en el Congreso, Xavier Domènech. En definitiva, la "estrategia" de Podemos en plena crisis catalana no es en pro de la unidad española, justamente lo contrario, dedicada a fragmentar aún más la sociedad en estos duros momentos.