Netflix ha hablado.
Las acusaciones de asalto interpuestas contra el actor Kevin Spacey han provocado que la compañía norteamericana haya decidido poner fin al recorrido de House of Cards cuando ésta emita su sexta temporada.
Anthony Rapp, estrella del show Star Trek: Discovery, reveló esta semana que el actor que encarna a Frank Underwood en la pequeña pantalla, había tratado de abusar de él durante una fiesta a la que ambos asistieron cuando Rapp tenía 14 años.
Según el comunicado emitido por Netflix y recogido por Vulture, tanto la productora como su distribuidora "Media Rights Capital" se encuentran "profundamente preocupados" por las acusaciones contra el actor que se desvelaron ayer.
Como respuesta, los directores de ambos conglomerados se han reunido con el resto del reparto de House Of Cards para "asegurarse de que se sienten seguros y apoyados".
Spacey no se encontraba en el plató en el momento del anuncio según ha detallado Netflix, algo ya previsto por la productora, y que recoge Business Insider.
De esta manera, Netflix evita asumir riesgos. Y es que, a pesar de tratarse de una de sus Series insignia, la compañía prefiere perder un brazo al cuerpo entero y dejar caer a Kevin Spacey les separa de las críticas que ya se han empezado a verter sobre el actor en la red.
Spacey sale del armario
La comunidad LGTBQ ha sido la punta de lanza de la ola de ataques contra el intérprete, que incluye en su comunicado una declaración pública en la que admite ser gay.
De esta manera, a pesar de disculparse con el Rapp en el texto, el timing de su salida del armario no ha sentado nada bien al público, que lo ha percibido como una cortina humo ante las acusaciones de acoso.
Así lo ha resumido Zachary Quinto (Spock en Star Trek y Sylar en la serie Heroes) en tu twitter esta madrugada:
— Zachary Quinto (@ZacharyQuinto) 30 de octubre de 2017
Y es que hace una semana el mega productor Harvey Wenstein fue acusado de maltrato y el planeta Hollywood estalló en decenas de relatos sobre el acoso (especialmente contra la mujer) en la meca del cine.
El clima de apertura que se ha creado ha permitido que aquellas actrices y actores que han sido víctimas de acoso puedan hablar libremente de ello y señalar a sus asaltantes por nombre y apellidos sin importar su posición social o profesional.
Ante esto, Kevin Spacey ha tratado de esquivar las acusaciones de maltrato a un menor con su salida del armario, lo que le ha garantizado la ira de gran parte de la comunidad web.
Una ira que Netflix debe compartir o, al menos, temer, pues House of Cards, junto a Orange is the New Black fundaron las bases del imperio actual de la gran N, que se ha impuesto a HBO o Showtime en la larga carrera por el espectador de TV.