Alucinante ha sido oír a Jorge Javier Vázquez mintiendo sin ningún tipo de rubor, asegurando a voz en grito que fueron líderes, que la gala de ayer fue maravillosa: "Gracias por estar enganchados". ¿Enganchados a qué? Porque a "Gran Hermano Revolution" va a ser que no. Eso es lo que viene siendo una mezcla de optimismo y cinismo a partes iguales.

Fueron líderes, sí, pero porque ayer noche no se midieron con la serie “Estoy vivo”. El resultado real es que subieron medio punto respecto a la pasada gala pero la audiencia no superó el 15, 3% lo que es un resultado irrisorio para el Reality más antiguo y más querido de la Televisión.

De nada ha servido la bajada de pantalones obligados por las redes sociales, devolviendo el 24 horas. Eran muchas las voces que se alzaban la pasada semana con la divisa “Demasiado tarde” y así ha sido. Las tramas ya estaban urdidas, los grupos hechos, las espadas desenvainadas y es prácticamente imposible engancharse.

También y sobre todo porque hay como un tufillo a irrealidad en el aire. Los concursantes no parecen reales, las carpetas tampoco. Varios de los 100 aspirantes que se juntaron en la casa (a los que se les tapó la boca) afirmaban que había muchos actores o figurantes contratados y algunos de los habitantes de la casa parecen justamente eso: figurantes.

Gran Hermano Revolution sigue estando tocado de muerte y lo honesto sería no seguir tratando de engañar a una audiencia que no lo merece.

Un formato agotado que hace aguas

Ya no se trata solamente de que los fans de “Gran Hermano” sigan clamando por una vuelta de Mercedes Milá que no se producirá, fundamentalmente porque ella que es más lista que el hambre, lo dejó en el momento justo cuando las muestras de cansancio del formato ya se habían producido.

El tira y afloja que han mantenido con los fans ha contribuido en buena parte a que esta edición se hunda.

El casting claramente deficiente es otro de los escollos no superables. De Jordi González y los colaboradores del Debate mejor ni hablar, aunque las redes hablan, mucho y mal.

Pero todo eso no sería óbice para que la audiencia les hubiera tendido la mano, si el reality no estuviese claramente agotado y necesitando de una buena temporada en dique seco.

Unos dos o tres años por lo menos serían imprescindibles para reconducir la situación y caso de volver, hacerlo con contenidos realmente nuevos e ilusionadores, en los que la sombra del “tongo” no tuviera cabida.

¿Por qué el Debate pasa al late night?

Si amigos, así es. Este domingo el Debate que conduce Jordi González comenzará su emisión a las 00:35 horas o sea ya en la madrugada del lunes. La pregunta que nos hacemos es ¿Quién lo verá? No estamos en verano y el lunes no es festivo.

Nos vuelve a dar la sensación de que no saben hacia dónde tirar. ¿No sería mejor eliminarlo directamente? Pues parece que los sesudos mandamases siguen apostando al póker a pesar de ir perdiendo. La audiencia desde la primera semana ha ido bajando hasta no llegar a los dos dígitos y ¿Quién se estrena en prime time?

Nada más ni nada menos que Carlos Herrera en TVE.

Imposible jugársela y por otro lado, programando una película en ese horario tal vez piensan que lograrán atraer a los televidentes que apostaban por ver “La película de la semana” de TVE y de paso le hacen la competencia al “Peliculón” de su cadena “enemiga” Antena 3.

¿Lograrán lo que se proponen o será el del domingo el último Debate? Faltan pocas horas para saberlo.

Los nominados de esta semana por si a alguno le interesa: Maico, Javier y YangYang