Lo de Jorge Javier Vázquez es digno de estudio. Lo suyo es no salir de un charco para meterse en otro. A las pocas horas de que se haya conocido que un estudio le coloca como uno de los presentadores peor valorados al erigirlo como el conductor de cuatro de los seis programas de peor calidad de la parrilla televisiva, vuelve al foco de la polémica por méritos propios.
Y es que el conductor de Telecinco no ha tenido reparo alguno a la hora de menospreciar a la Casa Real española a la hora de comentar los actos oficiales que tuvieron lugar el pasado 12 de Octubre con motivo de la celebración del Día de la Hispanidad y a los que estuvieron invitadas distintas personalidades del mundo de la cultura y la Televisión.
Actos a los que la Zarzuela decidió no invitar a un Jorge Javier que, tal y como demostró en la última emisión de Sálvame, se sintió marginado por la decisión de una Familia Real a la que no tardó en enviar un mensaje que distintos medios de comunicación como EsDiario, han asegurado está "escociendo" en la Casa Real.
Con un tono desenfadado, pero como el que sabe que es mejor decir una verdad entre cinco chascarrillos para no enojar más de lo debido, el de Badalona aseguró no entender cómo pudieron invitar a María Teresa Campos y olvidarse de su "presentador favorito", agregando que deberían revisar más el email para darse cuenta de que este pidió formar parte de un día tan especial para todos los españoles como lo es el 12-O.
Pero la cosa no quedó ahí y decidió atacar, ya no solo a quien elabora las listas de invitados, sino también a algunos de estos, indicando que muchos de los que se dejaron ver en el palco de invitados deberían haber llevado "el nombre colgado" como en algunos programas, mientras que otros que todo el mundo conoce -como él- no estaban en la lista de invitaciones.
De hecho, en un alarde de ego, este se definió como "la persona más importante" de España.
Jorge Javier y sus continuos "azotes" teledirigidos a la Casa Real
Antes de cambiar de tema, el catalán aprovechó para mandar un recado a quien sea el que perfila los nombres de invitados a los actos de la Casa Real recordándole que ahora ya no hace falta que recojan el guante, que se pueden guardar la vergüenza, porque "ya no quiero ir".
Veremos lo que le dura el enfado a un J.J. cuyo ego parece seguir tratando de descubrir cuáles son sus límites. Tanta broma y recadito a cada momento, dicen que parece no estar gustando mucho en Zarzuela.