Aunque la pedida se produjo antes, era hace poco más de una semana cuando nos enterábamos de que Belén Esteban, después de haberle dado muchas vueltas al asunto, tenía toda la intención de volver a vestirse de blanco y casarse con su novio Miguel Martos, a quien considera el verdadero hombre de su vida.

Tanto era así que la de San Blas no tardaba en sacar el tema de su futura boda en Sálvame, donde desvelaba el nombre de alguno de los invitados más conocidos que acudirán a este día tan especial para la pareja -y que estará cargado de nombres de Sálvame y de rostros del mundo del colorín- y también aquellos que seguro no recibirán invitación alguna.

En este último grupo se enmarcaban la presentadora Paz Padilla y su ya ex compañero de programa Kiko Matamoros. Lo mismo sucederá con Rosa Benito, Jesús Manuel o Aurelio Manzano.

A partir de ese momento la maquinaria de los periodistas de la crónica social más intrépidos se ponía en funcionamiento para tratar de averiguar el resto de detalles de la boda. Algo en lo que han invertido mucho tiempo nuestros compañeros del portal Cotilleo, quienes han tirado del hilo para revelar los siguientes datos.

Decidido que será por la iglesia, una vez la nulidad de su segundo matrimonio, el que le unió a Fran Álvarez, una de las cosas que más ilusión le están produciendo a la novia es encontrar ese vestido blanco con el que inmortalizar el día 'D' a la hora 'H'.

Vestido que no será ni de Rosa Clará, ni de Victorio & Lucchino ni de Pronovias, quienes ya le negaron en aquella ocasión.

A falta de que se decante por las distintas opciones que se le pondrán encima de la mesa, lo que sí parece claro es que este será un vestido raso con palabra de honor. El mismo estilo que eligió para desfilar en la última Sálvame Fashion Week.

La razón esgrimida entonces fue clara: Le gustan así los vestidos de boda.

La boda de Belén y Miguel, por todo lo alto

En cuanto a la fecha, si bien les encantaría que fuera durante el verano de 2018, no hay que descartar que se relegase al verano de 2019 por distintos motivos. Sea este verano o el siguiente lo cierto es que será, seguro, durante las vacaciones de su hija Andreíta que ahora vive en Reino Unido, donde se encuentra estudiando.

Lo mismo sucede con la parroquia, donde hace tiempo se viene especulando que, de celebrarse por el rito católico como es el deseo de ambos, sería la Iglesia de San Vicente Mártir, en Paracuello del Jarama, en Madrid, donde ambos llevan viviendo desde hace años, donde los dos enamorados se darían el sí quiero. Para confirmarlo, habrá que esperar.