Desde que hace dos años alcanzara la mayoría de edad, Anna Ferrer Padilla se ha convertido en un personaje público de primer orden. Tanto es así que no ha rehusado a aparecer ante los medios de comunicación en distintos saraos y hasta en el programa de Bertín Osborne junto a su madre, mientras ha vivido en España.
Y es que la hija de la cómica, actriz y presentadora de Sálvame vive desde hace muy poquito en Londres, donde se encuentra estudiando su particular Erasmus en su primera experiencia fuera de casa. Nueva vida que, por otro lado, no deja de mostrar a sus más de 115.000 seguidores que esta tiene en la red social Instagram.
Red social donde esta, además de contar su día a día y hacer las veces de influencer, aprovecha para mostrar tipazo cada vez que puede. Tanto es así que Semana, esta misma semana, le dedicaba una entrada hablando de la foto más subida de tono de la hija de Paz Padilla en relación a una publicación reciente de esta.
Pero lo cierto es que a la que estos hacen referencia no es, ni mucho menos, la más provocadora o sensual de todas las imágenes posando que Anna ha ido subiendo a su cuenta desde que se la abriera sin saber cuánta gente acabaría siguiendo todos y cada uno de sus pasos, incluso antes de convertirse en 'famosa'.
El Instagram de Anna Ferrer
La primera y quizás la que más contenido 'hot' contiene bien podría ser la que Anna subió a la red social de moda el pasado 25 de abril.
Entonces, ya con el buen tiempo asomando a la vuelta de la esquina, y con motivo de un regalo realizado por una marca de ropa de baño, se atrevió a posar con un bikini tanga como os mostramos a continuación:
Poco después, ya el 5 de junio, con el calor azotando la costa gaditana, que visita junto a su madre todos los años, aprovechaba para subir una nueva imagen en la que se le veía en la arena sin la parte de arriba del bikini, eso sí, sin mostrar más piel de la debida, ya fuera por pudor o por el temor a que alguien reportase la publicación.
Así lo hacía:
Como ven, la afición por las poses provocativas y las fotos subidas de tono de Anna Ferrer, aunque no son su pan de cada día, sí son una constante. Cuando una puede, por qué no hacerlo. Eso es lo que seguro piensa ella y sus miles de fans.