En los pasillos de Telecinco se sabe desde hace tiempo. Carlota Corredera no es igual de aceptada entre todos los colaboradores de Sálvame. A pesar de su acercamiento a todos ellos desde el mismo momento en el que cambió sus labores de dirección por las de presentadora, su intento no ha cuajado como ella hubiera esperado.
Una situación que se ha traducido en distintos momentos de relativa tensión en antena, en los que sus diferencias con el gran detractor de la labor de la gallega en el programa decano de la Televisión en España, Kiko Matamoros, empiezan a no esconderse, sino más bien todo lo contrario.
Para muestra dos situaciones. La primera tenía lugar a principio de esta semana cuando Kiko Matamoros, quien cree que el hecho de no llevarse bien con Carlota le trae consecuencias en lo que a la duración de los turnos de palabra y a su asignación previa, no dudó en afear el gesto en varias ocasiones cuando éste le era retirado.
Algo que no solo no pasó desapercibido para los telespectadores de este espacio, sino que tampoco lo hizo para Carlota, quien no dudó en preguntar a Kiko si había algún problema, considerando una "falta de respecto" la actitud que venía tomando con ella cada vez que ésta decidía buscar más voces y más testimonios en la mesa de tertulia del programa.
Una pregunta que no encontró más respuesta que la indiferencia de Kiko, quien le habría hecho ya la "X" a Corredera y que prefiere hablar de sus problemas con ésta a las instancias más altas, en lugar de hacerlo cuando el piloto de las cámaras están en rojo, es decir, grabando.
Tanto es así que la gallega, en la emisión de este último jueves, no dudaba en dirigirse a Matamoros una vez arrancado el programa para preguntarle si le había perdonado en una cuestión que dejó, de nuevo con mala cara, a un Kiko que se negó a responder a esta cuestión.
Kiko Matamoros no tiene ninguna intención de acercar posturas con Carlota Corredera
Ante este silencio la conductora quiso aclarar a la audiencia que este tipo de enfados suceden habitualmente en el programa y que no tienen más trascendencia. Un discurso de lo más pacificador que no sabemos cómo le ha sentado a Kiko.
Parece que, pese a los intentos de hacer las paces con Kiko, a quien Carlota parece temer, quién sabe si por su pronto o por sus conexiones con las alturas en la cadena de Fuencarral, Kiko Matamoros no muestra el mínimo gesto de querer hacer las paces con Carlota. No se tragan.