Este capítulo se ambienta en La Ciudadela de los Ricks: una sociedad fundada por diferentes versiones de Rick Sánchez, en aras de tener un refugio contra la Federación Galáctica y otras posibles molestias. Comienza con una retrospectiva de la vida en la Ciudadela, mostrando retazos de las vidas de distintos Ricks y Mortys que allí habitan. Es época de elecciones, siendo uno de los candidatos a la presidencia un Morty, al que se le presumen pocas posibilidades.

Resumen

Por otro lado, se nos muestra la labor de un Rick recién salido de la academia de policía, sensible y de espíritu justiciero, y cuyo compañero es un Morty particularmente agresivo, resignado, cínico y brutal, que desprecia a las demás versiones de sí mismo.

Al mismo tiempo, un grupo de cuatro Mortys amigos y estudiantes en la academia de Mortys, deciden hacer algo especial antes de su graduación y de ser asignados a nuevos Ricks: buscar el llamado "Portal de los Deseos", el cual se dice, como su propio nombre indica, hace realidad los deseos de aquellos que lo encuentren.

Otro de los protagonistas es el Rick de la dimensión J-22, quien trabaja en una fábrica de galletas condimentadas con sustancias químicas que extraen de los sentimientos en bucle del llamado "Rick el Simple", una versión de Rick que nunca creó la pistola de portales y que dedicaba su tiempo a criar a su hija Beth. Rick J-22, percibiendo que todos los Ricks son "iguales", muestra un descontento creciente con su trabajo, consistente en apretar un solo botón periódicamente, como parte de la cadena de montaje.

Comentarios

La situación de La Ciudadela se nos muestra en toda su crudeza: corrupción gubernamental, brutalidad policial, amargura generalizada y sentimiento de desesperanza son el día a día de esta sociedad. Trata sin tapujos el tema de la desigualdad: individuos que, siendo iguales a priori, conforman distintas jerarquías de libertad y poder, provocando el malestar de las clases relegadas al puesto más bajo e irrelevante del escalafón.

Se sugiere que La Ciudadela atraviesa una crisis económica a la que se suma delincuencia y un claro disenso entre los Ricks y Mortys que quieren perpetuar la estructura social y aquellos que optan por una conducta más desinteresada y anárquica.

Este contexto no tiene nada que envidiar a las realidades distópicas ya elaboradas por la ficción, desde el más puro estilo orwelliano hasta la más reciente y actualizada Black Mirror.

El tema de los derechos humanos también es tratado, siendo que los Mortys que existen sin un Rick son considerados animales, no humanos, carentes de derechos.

Finalmente, se explora el tema del populismo y las ansias de poder político, retratadas en el Morty candidato a las elecciones, quien logra mayoría de votos y se descubre al final del capítulo como el "Morty malvado": un individuo arrogante con aspiraciones fascistas y que se nos presentó en el décimo capítulo de la primera temporada, "Encuent-Ricks en la Rick-cera fase".

Esto último es, sin duda, el mayor punto de interés de este capítulo, y un punto de inflexión en esta temporada, pues otorga un importante punto de continuidad en la serie y confiere intriga a los capítulos que aún están por llegar: ¿volveremos a saber del "Morty malvado", ahora presidente de La Ciudadela? ¿Irán los protagonistas de la serie, el Rick y Morty de la dimensión C-137, a interferir con los proyectos dictatoriales de este Morty?