La actriz Inma Cuesta se ha convertido en la protagonista de todos los titulares gracias a una de sus últimas publicaciones en su perfil oficial de Instagram. La intérprete olvidó las llaves de casa y cuando regresó de dar un paseo junto a su perra Rumba, se encontró con que no podía entrar. "¿Dónde están las llaves?" escribía Inma junto a una fotografía de su mascota, que incluso parecía mirarla con cara de circunstancia. "Rumba y yo nos hemos quedado en la calle... y ella me mira como diciendo: '¿Eso cómo va a ser?'", comentaba.
Así las cosas, ni corta ni perezosa y con un gran sentido del humor, la actriz decidió compartir con sus seguidores la entrañable anécdota, probablemente sin imaginarse que iba a revolucionar las redes sociales con ella, no por la situación, sino por un detalle que no ha pasado inadvertido para los internautas.
Y es que en el felpudo que la actriz tiene en la puerta de su domicilio se puede leer una de las frases más sonadas de Belén Esteban: "Hasta luego Mari Carmen", frase con la que la princesa del pueblo se convirtió en la reina de las redes sociales - y de los memes - en 2016. Con el paso del tiempo, lo cierto es que esta se ha ido popularizando tanto que incluso hay quienes desconocen el origen y la autora de esta frase con tan poco desperdicio.
¿Quién era la 'Mari Carmen' a la que Belén Esteban decía 'Hasta luego'?
Después de frases tan sonadas como "Yo por mi hija ma-to", "Ni que fuera yo Bin Laden" o la mítica "Andreíta, cómete el pollo" - esta última recordemos que incluso terminó cansando a su propia hija, Andrea Janeiro -, la colaboradora de Sálvame volvió a demostrar que como ella no hay dos y que además es única en lo que a pronunciar frases arrolladoras se refiere.
Como era de esperar, la popularidad del "Hasta luego Mari Carmen" hizo que muchos se preguntaran quién era esa famosa mujer de la que la de San Blas se despedía. No tardamos en averiguarlo gracias a la propia colaboradora, que lo explicó en "Sálvame".
Por lo visto, Belén Esteban se despedía así de una compañera que se llama Mari Carmen y que trabaja como cámara en su programa.
En tono de humor, la colaboradora de televisión se despedía siempre de ella con esa frase y desde que la anécdota salió a la luz, rápidamente se convirtió en un viral en toda regla que muchos escuchamos - e incluso pronunciamos - el año pasado.
Tal fue el éxito, que incluso doce meses después ha vuelto a ponerse de moda (en forma de felpudo) y ahora forma parte de muchos hogares españoles.