"Mi hija me llama papá y sé que lo soy". Así de tajante respondía Diego Matamoros a la polémica en torno a su hija Adara, fruto de su relación con Tanit Grande. Después de varias idas y venidas, el hijo de Kiko Matamoros decidió tomar cartas en el asunto y a pesar de que su expareja aseguraba que Adara es hija de alguien famoso, pero no de Diego, decidió someterse a una prueba de paternidad y, paralelamente, reclamar legalmente los derechos que, como padre, le corresponden sobre la pequeña. De hecho, la hija de Diego ni siquiera lleva sus apellidos, razón por la que no se le reconocen sus derechos paternales.
Meses después de comenzar su andadura legal, Matamoros ha anunciado en 'Sálvame' que le han admitido a trámite la reclamación que ha realizado, una noticia que presuponemos no ha debido sentar nada bien a Tanit. "Tengo claro que he cometido errores por no haber regularizado todo lo relacionado con mi hija", reconocía el hijo de Matamoros en el programa entre aplausos y antes de escuchar la opinión de su padre, que aseguraba que la decisión que había tomado Diego era "lo lógico".
"Como ser humano necesito saber qué hay detrás de todo esto y seguir mi vida disfrutando de esta criatura", comentaba el joven, que parece dispuesto a luchar todo lo que sea necesario para ejercer como padre de su hija, así como está dispuesto a rehacer su vida.
Y es que además de batallar en su particular lucha judicial con su expareja, Diego tiene muchos planes de futuro por delante, como casarse con su actual pareja, Estela Grande, a quien le dará el "sí, quiero" el próximo año.
Los problemas legales de Diego Matamoros con Tanit Grande
Mientras tanto, el joven continúa cumpliendo con la orden de alejamiento que el juzgado de lo penal de Madrid dictó contra él después de que Tanit le denunciara por presuntos malos tratos.
En la sentencia, dictada en abril, el juez le condenó a cumplir con una orden de alejamiento de 200 metros durante ocho meses y también a una pena de trabajo social durante un mes.
En un principio, los abogados de su expareja habían solicitado una orden de alejamiento de dos años, que finalmente se vio reducida temporalmente en favor de Matamoros.
No obstante, el hijo de Kiko decidió poner al mal tiempo buena clara y después del juicio, aseguró que se sentía satisfecho de poder redimir su error y que se sentía aliviado de no tener que cumplir con pena de cárcel.
Con todo, Diego Matamoros decidió centrarse pues en su batalla legal por recuperar a su hija, ya que según ha relatado en más de una ocasión, a duras penas ha tenido la oportunidad de ejercer como padre de Adara. Pese a que Tanit ha mantenido en firme que su ex no es el padre de su hija, ahora queda por ver cómo se desarrollará el trámite judicial en el que se ha sumido y además, de conocer públicamente los resultados de la prueba de ADN a la que voluntariamente se sometió.