La reina Sofía ha tenido una vida muy plena como reina de España pero al mismo tiempo muy desgraciada, pero respecto a lo personal ha tenido de todo y al fin y al cabo una existencia que muchos podrían calificar como afortunada, lo cierto es que no ha tenido mucha suerte en lo que respecta al amor y a las relaciones con los miembros de su familia, en particular con la infanta Cristina y su marido Iñaki Urdangarin, que desde que están imputados en el caso Nóos han cortado toda relación con parte de la familia real.
La Reina Sofía se ha visto obligada a tener que aceptar que el rey emérito Juan Carlos haya rehecho su vida y que vaya a pasar junto a otra mujer el resto de sus días o parte de ellos, y desde luego no le ha hecho ni pizca de gracia que pueda pasearse junto a Marta Gayá, y que todos los medios y toda España conozcan la relación y el poco respeto que le ha tenido en el matrimonio, y con ello me refiero al resto de relaciones que ha tenido fuera de él, algo que ha dado mucho de qué hablar en su reinado y también en el de su hijo Felipe VI.
Además de todo esto ha podido pasar una estupenda semana en Mallorca, donde se ha podido reunir con todos sus nietos en el Palacio de Marivent, incluso también han acudido la infanta Elena, su hermano y la reina consorte Doña Letizia. Por el contrario, señalan fuentes de Es Diario, a la Reina Sofía no le ha sentado muy bien que su hija primogénita haya hecho tantas visitas junto a su marido o ya casi ex-marido, el rey emérito Juan Carlos.
Todos sabemos que la duquesa de Lugo se lleva muy bien con su madre la Reina Sofía, pero con quién tiene más afinidad desde siempre ha sido con su padre, con quién guarda un gran parecido tanto físico como interior. Este verano ha compartido con él una festividad muy española, la de los toros, a la que ha acudido acompañado también de una ruta gastronómica, incluso se les ha visto acudir a la 46 edición del torneo internacional que se celebra en Sotogrande, en concreto a la final de la Copa de Oro.
Dentro de todos estos altercados que tienen lugar dentro de la familia real y que no le gustan para nada a la Reina Sofía, de parte tanto de su hija mayor como de su marido, poco agradables para nadie, por lo menos sabemos que Sofía no está sola, cuenta con la compañía de su hermana Irene, aunque también ha sido siempre una mujer muy independiente de ir y venir del mismo modo que pasa el tiempo con los reyes de Grecia y su prima la princesa Tatiana y el doctor Fruchaud. Ella tampoco se olvida de Felipe VI, con quién existe una relación mutua excelente.