Raquel Bollo está o eso se dice, loca de amor por Mariano Jorge Gutiérrez, según los primeros dimes y diretes, empresario de éxito con un patrimonio más que respetable. Pero como resulta que una parte importante del periodismo es la investigación, poco ha tardado el oro en convertirse en latón.
Pero vayamos por partes.
¿Cómo se conocieron Raquel y Mariano?
Según parece, si bien habrían coincidido antes en algún evento o romería, fue en la pasada feria de Abril sevillana cuando su trato se hizo más estrecho. Se da la casualidad de que el empresario estaba en esa fecha unido todavía a quien ha sido su pareja durante dieciocho años y con la que es padre de una niña de doce.
Hay fotos que muestra a Raquel en la caseta de Mariano compartiendo momentos distendidos con él y con su pareja. ¿No os viene a la memoria un momento similar entre Isabel Pantoja, Julián Muñoz y la mujer de este? Sorpresas te da la vida, decía la canción.
A partir de la feria comenzó la relación, con una pasión tan volcánica que en menos de lo que canta el gallo, Raquel Bollo dejó su casa y se marchó a vivir con Mariano Jorge (que había roto ya con su pareja) al que se suponía era su cortijo. Se trasladó con la única compañía de su hijo pequeño y un montón de maletas. Manuel, su hijo mayor, vive con su novia en la casa familiar y su hija, todavía menor de edad, reside con los padres de Raquel.
El cortijo de nombre Águila Real es una finca de cinco hectáreas situada en la localidad sevillana de Guillena, con vivienda familiar e instalaciones para celebrar bodas y todo tipo de eventos. Cuenta con una gran piscina e incluso plaza de capeas.
Preguntada por la situación, la ex mujer del empresario y madre de su hija, declinó hacer comentarios y remitió a los periodistas a la nueva pareja y a Mariano Jorge para que diesen ellos las oportunas explicaciones si así lo consideraban.
No es oro todo lo que reluce
Un vecino del empresario afirmaba esta semana que la propiedad está embargada por un banco a un tercero y que nunca ha sido de Mariano, que está allí viviendo de prestado.
Los compañeros de Vanitatis han tirado del hilo y han averiguado que si bien Mariano Jorge ha sido administrador de nada más y nada menos que 20 empresas en sectores diversos, la crisis lo ha dejado en la estacada y ahogado por las deudas.
Tres de esas entidades tienen actualmente orden de embargo y dos están en concurso de acreedores. Solo dos de sus empresas dan beneficios actualmente.
En el registro de la propiedad no hay ninguna titularidad a su nombre ni al de sus empresas inmobiliarias, lo que avala la confidencia de su vecino, en el sentido de que el cortijo Águila Real no es ni mucho menos de su propiedad y que Mariano y Raquel viven por tanto embargados.
¿Será por eso y por la falta de liquidez que la ex colaboradora de “Sálvame” se ha dedicado a empapelar, lijar, pulir y acondicionar el cortijo con sus propias manos? La pregunta lógica que nos hacemos es si los materiales los pagan al alimón ella y su novio.
Unas lujosas vacaciones
La pareja junto con sus hijos han sido vistos de vacaciones en Cádiz, concretamente en la playa de La Barrosa (Chiclana de la Frontera) donde se solazan en un lujoso chalet situado en una de las más exclusivas urbanizaciones de la zona. Se han prodigado en salidas a restaurantes y paseos, con normalidad, aunque guardando siempre las distancias.
Nada nuevo bajo el sol
Raquel Bollo ya sabe de embargos, dado que tiene dos casas en esa situación. La vivienda unifamiliar con una superficie de 196 metros cuadrados, jardín y piscina, donde ahora vive su hijo con su novia y una casa en la localidad sevillana de Camas de 77 metros cuadrados.
Si bien gracias a su paso por televisión y a su participación en realities, ha conseguido reducir algo esa deuda con Hacienda, no es poco lo que todavía adeuda al Fisco.
La ex colaboradora sigue conservando su tienda de moda a pesar de que se comenta que la situación es menos boyante que nunca.
Raquel ha desmentido que Mariano y ella tuvieran planeado casarse este otoño. ¿Sabía la situación real de su novio desde el comienzo de su relación o se ha enterado a través de los medios de comunicación? Y lo más importante ¿Se ha vuelto a equivocar? No tardaremos en averiguarlo.