Lo dicen de las parejas y también se puede aplicar a los famosos. No hay un papel que se pueda soportar toda la vida, siendo el tiempo que acaba enseñándote quién es realmente quien tienes delante de tus ojos. Algo que, eso sí, algunos tardan en descubrir antes que otros.

Si hablamos de Javier Tudela, hijo de Makoke y hermano de Laura Matamoros, lo que muchos de sus fans - o ya ex fans- han tardado en conocer la parte más oscura del personaje ha sido relativamente poco. Si era hace poco más de un año cuando este se hacía conocido para el gran público entrando a concursar a GH VIP ha sido este verano cuando ha brotado de su yo interior una vena machista que puede acabar saliéndole cara.

Todo sucedía en el vuelo de vuelta que tenía que llevarle a él, a su hermana Ana, a su madre Makoke y a Kiko Matamoros de vuelta de Kenia hasta España después de pasar unos días disfrutando de la África negra donde a Tudela, a diferencia de a la gran mayoría de gente que viaja a otras culturas, parece no habérsele abierto la mente. Más bien todo lo contrario.

Ya dentro de la aeronave con destino a Madrid, el joven subía una desafortunadísima foto a la red social Instagram, en la que se podía apreciar un hombre negro con el tradicional gorro musulmán en mitad del pasaje. Algo de lo más habitual en este tipo de vuelos comerciales entre Kenia y nuestro país.

Lejos de limitarse a subir la foto, cuyo contenido ya podría ser calificado de tendencioso, este no dudó en señalar la cabeza del hombre en cuestión y agregar el texto "Como ese me haga un movimiento sospechoso vamos a tener un problema".

La reacción en las redes sociales no se hacía esperar.

En ese momento comenzaba un aluvión de comentarios en los que se le calificaba, como no podía ser de otra manera como racista, que desbordaba a un Tudela que no tardaba en salir al paso mediante una rectificación en la que, lejos de retractarse y pedir disculpas, se reafirmaba en los dicho anteriormente.

La metedura de pata de Javier Tudela en Instagram

Al joven no se lo ocurría otra cosa que contestar a todos los que le estaban poniendo fino que no era racista, pero que "ese tipo es sospechoso".

El hijo de Makoke se quedaba más ancho que largo y la inquina de muchos de los que hasta hace unas horas eran sus seguidores iba en aumento.

Tanto es así que a muchos de sus fans no les dolían prendas en reconocer la "desilusión" tras conocer el verdadero rostro del pensamiento de Javier Tudela. En el pecado lleva la penitencia.