Los emprendimientos hosteleros de Bertín Osborne, no le han redituado beneficios de igual manera que su carrera como cantante y showman de la televisión. Sin ir más lejos, El Norte de Castilla comentaba hace unos meses que a principios de este año el artista tuvo que despedirse de su primera taberna, "El Rincón de Bertín". Este local tan solo vivió siete meses en el número 4 de la calle Paraíso en su natal Valladolid, lugar que sigue considerando su casa, si bien reabrió como un nuevo negocio en Madrid cuyos resultados distan de la primera experiencia.
Bertín Osborne abre un segundo local en Madrid tras cerrar el de Valladolid
Lo que se tenía por una franquicia de la que habría querido abrir sucursales dentro y fuera de España, el primer intento pasó sin pena ni gloria desde su apertura durante el 1 de abril del 2016. En Valladolid, optó por despedir a los cuatro trabajadores que se habían sumado a su empresa y anunciar el traspaso de las instalaciones. Un golpe duro no solo para él, sino para las personas que ya contaban con el empleo.
Por otra parte, Bertín Osborne también tuvo oportunidad de abrir un segundo local en Madrid, tan solo un mes después de cerrar el primero.
Hasta la fecha, dicho local parece tener mejores resultados que su hermano, de forma que ya lleva ocho meses abierto.
Los antiguos empleados de 'El Rincón de Bertín' no se dan por vencidos
Sin embargo, sus antiguos empleados no se dan por vencidos y han optado por abrir su propio bar en un espacio que se levanta frente al que ocupaba "El Rincón de Bertín" en Valladolid, en medio de El Escudo y el Suco. El local llevaba mucho tiempo sin encontrar quien lo alquilara y con un poco de suerte, logrará tener más levante que su predecesor, cuyo estilo bien pudo influenciar a calar muy poco entre la gente.
Y es que la ambientación y los decorados del primer negocio hostelero de Bertín Osborne, si bien se mantenían fieles a su forma de ser y su persona, difícilmente habrían logrado convencer a los comensales.
Por todas las paredes había fotografías suyas de distintos tamaños. La que más llamaba la atención, era la que mostraba a Bertín posando frente a la iglesia de La Antigua, en tamaño natural. Complementaban los cuadros, los televisores varios que transmitían sin cesar vídeos musicales del cantante y por supuesto, la música en sí.
A esto se sumaba el curioso menú que, como era de esperarse, ofrecía toda clase de tapas y alimentos que formaban parte de la marca del madrileño. Cada bocadillo ostentaba el nombre de alguna de sus canciones, queriendo apelar a la nostalgia de sus admiradores. No funcionó.
Quizá los más allegados al presentador de "Mi casa es la tuya" hayan recibido con agrado tal expresión de hospitalidad dentro de la taberna.
El resto de la gente sin embargo, debió acabar harta no bien puso un pie ahí.
Con todo, Bertín Osborne continuará emprendiendo en la industria alimentaria en la capital madrileña.
Este artículo ha sido actualizado a fecha de 01/09/2017.