El programa es malo de solemnidad y cuesta comprender como Mediaset ha dado luz verde a tamaño despropósito. El pastiche que pretende ser un nuevo “Moros y Cristianos” con toques de “La Noria” y de paso fastidiar a los debates del sábado en La Sexta, ha resultado ser tan solo una prolongación low cost de “Sálvame”.

A todos nos pareció estupendo que en pleno periodo vacacional la cadena se lanzase a la piscina con un programa nuevo, pero visto lo visto, la piscina estaba como la mayoría de embalses españoles, bajo mínimos. El resultado un 10´3% de audiencia.

¡Si casi fueron superados por la película Gladiator emitida por La Sexta!

Jordi González vuelve a decepcionar

Todos decíamos que era una lástima que la cadena no le diese a Jordi un programa como “La Noria” donde podría brillar, ya que como presentador de realities no se le ve cómodo. Pues viendo su actuación este domingo 23 de Julio en el debut de “Mad in Spain”, nos quedamos sin opciones.

El presentador mostró durante todo el programa la misma actitud sobrada y como de “A mí esto me resbala” de la que las redes sociales le acusaban en “GH VIP”. Sus gritos continuos mandando callar al personal atronaban el plató. Sus continuos paseos y esa ironía sin gracia de la que hacía gala en el reality y que nadie entendía, afloró de nuevo la noche del domingo.

Los cámaras no daban una, enfocando no se sabía qué, pero nunca a quien hablaba. La pobre Nuria Marín que resulta una presentadora fresca, divertida y pizpireta en “Cazamariposas” el domingo estaba como mariposa atrapada en la red de un naturalista, desubicada y leyendo el cue casi tan mal como Jorge Javier Vázquez.

Temas manidos que no interesan

A estas alturas de siglo hacer un debate sobre “Las mujeres que hablan de sexo ¿Gustan o asustan?” Parece un chiste vodevilesco y claro se lío y de qué forma cuando un Cromagnon de las gradas dijo que las mujeres que hablan de sexo para ligar son unas “guarras”. El público lo abucheó y la respuesta sesuda de Jordi fue: “No puedes ser tan burro”.

Salvador Sostres (el periodista que afirmaba que la tragedia de Haití equilibraba el mundo, entre otras insensateces) habló de cómo ha perdido treinta kilos, lástima que parece seguir igual de lo suyo. Se produjo un “debate” por decir algo con opiniones a favor y en contra de las dietas, que ni aclaró ni sirvió para nada más que para cosechar bostezos. Y, por cierto ¿Cómo no estaba la omnipresente Carlota Corredera en un debate sobre dietas?

Luego vino el tema “candente”, sacando a colación la mayoría de edad de la hija de Belén Esteban y el revuelo mediático, se cuestionaba si ser hijo de famoso era o no una bendición y allí estaban Diego Matamoros y la hija de Bárbara Rey explicando batallitas junto a Lucía Etxebarría en plan mamá famosa.

Lucía es la escritora supuestamente rebelde que ha pasado de demandar a Telecinco a colaboradora. ¿No es maravilloso?

El resultado de este estreno que nos quisieron vender como un soplo de aire fresco, no ha podido ser más desastroso ni dejar peor sabor de boca. No parece que “Mad in Spain” vaya a tener un largo recorrido pero ya sabemos que en Telecinco todo puede pasar.