De nada le ha valido a Mila su operación de chapa y pintura para encontrarse mejor consigo misma que viendo el resultado no parece ser el que le habían prometido. Todo apunta a que la cúpula ha dejado de encontrarse cómoda con ella y pintan bastos para la ex superviviente y polémica colaboradora.
Su enconada animadversión, de la que hace gala casi cada tarde, hacia el que fue su compañero del alma Kiko Matamoros, a cuenta del desencuentro con Makoke en “Sálvame”, puede ser un punto de inflexión que esté acelerando el declive de la colaboradora que no aparenta darse cuenta de las zancadillas con las que últimamente aderezan sus intervenciones.
A nadie le pasa por alto los muchos desencuentros verbales que ambos protagonizan un día si y otro también y más ahora que Laura Matamoros concursa en “Supervivientes”, el reality que finaliza este jueves y del que es finalista, aunque un poco en la cuerda floja y según las encuestas puede que lejos de poder ganar el premio final.
Hace un par de días Mila tuiteaba: “Me habría encantado defender a Laura. Pero los seguidores y mi compañero Kiko, no me lo habéis puesto fácil”, lo que demuestra que las espadas siguen en alto y que posiblemente si hay que apostar o por Mila o por Kiko, la cúpula elija a Kiko que puede darles mucha más audiencia no solo por él mismo, sino por sus encuentros y desencuentros con su progenie que sin duda llenarán de contenido los programas de la cadena en los próximos meses.
Hace unos días la hemos visto recular (algo que por otra parte acaba haciendo siempre) y enterrando el hacha de guerra con Carmen Borrego, la estrella emergente de Mediaset a la que había acusado de mentirosa y falsa por su doble cara con Bigote Arrocet. El fin de las hostilidades llegó en la presentación del libro autobiográfico de Terelu Campos y posteriormente en el plató de “Sálvame”.
La pregunta que nos hacemos es si realmente la reconciliación ha partido de ella o por el contrario sus jefes la han forzado a dar un paso atrás para no empañar el resurgir mediático de las hijas de Teresa Campos. Se intuye lo segundo.
David Valldeperas en pie de guerra
El nuevo presentador suplente de “Sálvame” y uno de los directores más emblemáticos del programa de la tarde en Telecinco es uno de los que más críticos se muestran con la colaboradora, a la que hizo callar de una forma abrupta hace unos días cuando Mila Ximénez se sintió aludida en la entrevista que Toñi Moreno en su espacio de fin de semana “Viva la vida” le hizo a Chayo Mohedano.
La colaboradora saltó como un resorte e intentó dirigirse a Toñi con esa ironía que se gasta, quedándose muda en un momento dado y contando que no podía hablar porque la acababan de reñir. Un toque de atención que la dejó en una posición muy desairada.
Este lunes asistimos a otro episodio bastante chungo con la que fue una de las colaboradoras estrella de Telecinco y que ahora parece que está más bien estrellada.
Mila ya se pasó tres pueblos comentando el desencuentro de Alonso Caparrós con su padre en “Sálvame Deluxe” y fue reprendida nuevamente por ello, pero lo más heavy vino después.
El reportero José Antonio León entrevistaba a una trabajadora de la clínica psiquiátrica donde está ingresada María José Campanario.
Ingreso confirmado por fin esta tarde por dos facultativos de la misma.
Los colaboradores hablaban todos a la vez y aquello se convirtió en un despropósito, hasta el punto de que David Valldeperas gritaba desaforadamente intentando hacerlos callar, cuando ¡Oh, casualidad! El micro de Mila Ximénez estaba abierto y se la escuchó decir: “¡Qué tarde de mierda!”. Nuevamente cuestionaba al programa que le da de comer y van….
¿Qué pasa con Mila? ¿Está la cúpula harta de sus salidas de tono y sus críticas a la cadena? ¿La veremos tomarse unas largas vacaciones? Son tantas incógnitas que a bote pronto es imposible atreverse a despejarlas. Seguiremos informando.