"Espejo Público" acaba de vivir uno de los momentos más tensos y álgidos de su historia, a tal grado que la propia susanna griso, no se contuvo para mostrar su rabia e indignación durante la plena transmisión en vivo; algo que si bien sorprendió mucho a los espectadores, en opinión general del público era totalmente comprensible.
El reportaje que ocupaba a sus colaboradores, era respecto a la manifestación de los taxistas en el centro de Barcelona, quienes se aglutinaron para expresarse en contra servicios como Uber y Cabify de tal manera, que fue necesaria la intervención de las autoridades para evitar desgracias.
Sin embargo, ni eso fue suficiente como para proteger al camarógrafo y al reportero de la emisión, quienes se llevaron la peor parte pese a que solo se encontraban ahí para informar. Ni siquiera estaban en la vía pública, sino al margen para transmitir la protesta. Desgraciadamente, tan pronto como los taxistas se percataron de su presencia arremetieron contra ellos. Uno de los manifestantes le lanzó una lata de refresco al cámara, en tanto sus compañeros se ponían a lanzar amenazas a ambos.
Todas estas imágenes quedaron al aire como evidencia de lo peligrosa y tensa que se ha puesto la situación en Barcelona.
Cuando las cosas escalaron de intensidad, fueron los mismos policías quienes tuvieron que llegar a las manos para salvaguardar a los colaboradores de "Espejo Público".
La propia Susanna Griso no podía creer lo que estaba ocurriendo y estalló frente a las cámaras: "¡Pero qué vergüenza es esta por favor, esto qué es!", bramaba irritada, al ver por lo que pasaban sus compañeros.
Como si la conductora de Antena 3 no hubiese tenido suficiente después de lo que ocurrió la semana anterior, cuando se hizo eco del humillante discurso en el que Maduro la ridiculizaba, alegando que tenía una obsesión de Venezuela.
En ese momento, Griso también tuvo duras palabras que emitir como respuesta para el mandatario.
La audiencia del programa por otra parte, tampoco se quedó callada. En los minutos subsecuentes, "Espejo Público" estuvo atendiendo varias llamadas de personas preocupadas por el camarógrafo y el reportero, que se quejaban por la violenta conducta de los taxistas. Pese a ello, no faltaron quienes se pusiera del lado del gremio, alegando que era comprensible su actitud al enfrentar la que sin lugar a dudas, es la peor crisis para su ocupación.
