La pareja salida del último Gran Hermano, Bea y Rodrigo, ha acudido al plató de Cámbiame para sorprender a Rosa, la madre de él, con un cambio de look que la saque de su rutinario estilo. Ambos se han hecho muy populares en las redes últimamente, protagonizando un vlog al que han denominado "Rodéanos" y que sirve para actualizar su relación a ojos del país.
La relación de Bea con su suegra
Como era de esperar, en Cámbiame, Rosa no ha sido la protagonista ni de lejos, ni siquiera por haberse convertido por sorpresa en el alter ego de Massiel. Carlota, la actual presentadora del programa, y como periodista del corazón que es, aprovechó para preguntarles por su relación sentimental y por el tipo de vínculo que une a Bea con su suegra.
La joven, carcajada va y carcajada viene, aseguró que tiene a la mujer ganada.
"Nos llevamos muy bien. La verdad es que es un gran apoyo aquí, en Madrid, para mí. Siempre me ayuda y me aconseja muy bien". Cuando le preguntan si cree que la señora necesita el cambio físico, Bea afirma con seguridad que "se lo merece". A modo de encerrona, Carlota le sugiere: "¿Se lo merece o lo necesita?". Bea resbala, titubea, se lo piensa y, antes de poder ganarse el rencor de su recién estrenada suegra, contesta que también lo necesita. No porque esté estropeada, la mujer, sino: "Porque creo que siempre ha estado en una línea muy a la suya y no se atreve. Siempre la misma mecha."
Rodrigo también está adaptándose al famoseo y tomando las riendas en la parrilla televisiva.
Llevar a su madre a la televisión, habiendo sido siempre un chico discreto y tímido, ha sorprendido incluso a su novia, que se extraña de que participe del "marujeo" televisivo sin ponerle un cuchillo en el pecho. "Me sorprende viniendo de él, sobre todo que venga aquí, pero creo que está bien porque Rosa se lo merece."
Con la nueva Rosa nos vamos! Gracias por hacernos 1r TT! Os queremos! Mañana volvemos con más cambios! @fabricatele #Cámbiame498 pic.twitter.com/L5DhVvuZaZ
— Cámbiame (@cambiame) 3 de julio de 2017
El segundo punto de atención lo protagonizó, quién lo iba a decir, la madre de Rodrigo.
No por su esperado cambio de look, a tanto no llegaba su centralización, sino por el interrogatorio que le hizo Natalia Ferviú para extraerle su verdadera opinión sobre su nuera:
Natalia- ¿Tú quieres que se case?
Rosa- Yo creo, sinceramente, que todavía no ha llegado el momento de que se case.
N- Es que al final no es lo mismo una relación en la casa de Gran Hermano...
R- Efectivamente, en la casa de Gran Hermano, yo lo he hablado con él y no tiene nada que ver. Es estar metido ahí como en una caja.
N- ¿Te gusta Bea para tu hijo? Dime la verdad.
R- Pues, de momento, sí. Lo que pasa es que, bueno... la veo muy jovencita todavía, porque tiene veinte años y es muy jovencita. Entonces, Rodrigo tiene siete años más, ha vivido más.
La tensión se corta en plató. "Parece un poco prudente, ¿no?", dice la presentadora para meter presión. Vaya, que no se fía ni un pelo de nadie la mujer. "Síndrome del nido vacío", aseguran por otro lado. Y es que, según Rodrigo: "No quiere que me vaya de casa, que me case, no quiere que haga nada. Es como que su hijo se va y...".
¡Ay, que me quitan al niño!