Finalmente, tras muchos años de lucha, Adela Mateo de Oca ha podido demostrar que es hija biológica del controvertido empresario José María Ruíz Mateos. Así se ha demostrado con las pruebas de ADN que señalan una compatibilidad entre el empresario y la chica de un 99.9%, o sea, que es su hija.
Parece que la familia Ruíz Mateos está pasando un muy mal momento, ya que hace pocos meses los hijos del empresario tuvieron que pagar una millonaria cifra como fianza para poder salir de la cárcel a causa del escándalo financiero de Nueva Rumasa.
Gracias a este resultado de la prueba de ADN que ha resultado positiva, la joven Mateo de Oca tiene que estar presente en un juicio de filiación para que se confirme legalmente la paternidad.
Este juicio tendrá lugar el próximo 6 de junio en el Juzgado de Primera Instancia número 2 de la localidad de Pozuelo de Alarcón.
El pasado 7 de abril se exhumó el cadáver del empresario ante las repetidas negativas por parte de los hijos a realizar la necesaria prueba de ADN para conocer si Adela era su hija biológica.
Adela ya ha dicho, en varias ocasiones, que sus padres se conocieron durante el año 1989 cuando el empresario viajó a la ciudad de Chicago. Y, desde ese momento, empezaron una relación amorosa que se mantuvo durante varios meses; incluso, la madre de Adela llegó a visitar las ciudades de Madrid o Valencia acompañada del empresario. Tras el nacimiento de Adela, la joven y su padre mantuvieron una relación normal, dentro de lo que cabe, ya que vivían en dos continentes diferentes; aunque, con el tiempo, el empresario empezó a rechazarla.
Jose María Ruíz Mateos murió en septiembre del pasado año 2015 en la localidad de El Puerto de Santa María. Sin duda, esta paternidad demostraría que el sólido matrimonio que mostraba el empresario junto a Teresa Rivero con la que ha tenido trece hijos, nada más y nada menos, y se mostraban como un buen ejemplo de un matrimonio cristiano y perteneciente a la orden del Opus Dei, no era tan perfecta.
Además, todos sus hijos varones (que son seis) están en la cárcel a causa de haber cometido -presuntamente- delitos de blanqueo de capitales, alzamiento de bienes, estafa agravada y delitos contra la Hacienda Pública.
Ahora la joven va a cambiar su apellido y reclamar la parte de la herencia que le correspondería, además, se alegra por su madre que tuvo que aguantar que durante todos estos años se la llamase mentirosa y que la familia Ruíz Mateos intentase complicar lo máximo posible todo el proceso.