A pesar de que una de las muchas y enrevesadas cláusulas que están puestas por escrito en el contrato que llevó a Edmundo "Bigote" Arrocet a Supervivientes 2017 dejaba claro que, salvo que éste lo pidiese expresamente, no recibiría información alguna del exterior, la norma se va a romper este mismo jueves.

Será entonces cuando el cómico, después de adelantarle que la revelación está relacionada con el estado de salud de su hermana pequeña, Sandra, decida si quiere conocer la información al respecto, lo que imaginamos, sólo por la alarma que puede crear en él el titular, acabará escuchando.

Y es que su hermana menor lleva ya un tiempo luchando contra un cáncer del que trata de escapar sometiéndose a los tratamientos propios de este tipo de pacientes, siendo esta, además, el ojito derecho del novio de María Teresa Campos, a quien se siente muy unido, sobre todo desde que la mala suerte se cebase con su salud.

Tanto es así que, muchos de los que conocen a Edmundo, califican esta relación como de uña y carne, siendo esta la razón por la que la pareja de la veterana presentadora de Telecinco, porta siempre consigo el fular que no duda en colocarse encima, a pesar de que las temperaturas sea insufribles y la humedad se acerque a porcentajes como el noventa por ciento.

Y es que este fular fue un regalo de su hermana antes de que el más mediático de la familia partiera a Honduras para vivir una experiencia que le hacía muchísimo tiempo vivir de nuevo -tras su paso por 'La isla de los famosos' en Antena 3 hace un tiempo- y que le tiene actualmente en la lucha por el triunfo en el concurso, junto a sus compañeros.

Sea como fuere, la decisión de informar a Bigote sobre el estado de salud de su hermana, del que poco o nada se sabe por decisión de la familia, se producirá en las próximas horas, tal y como Sandra Barneda le confirmó a Carmen Borrego, defensora de este en el plató, en la emisión del pasado domingo.

La dura enfermedad de la hermana pequeña de Bigote

Algo que la hermana de Terelu e hija de María Teresa agradeció, dado que está convencida de que, dada su estrecha relación, una de las grandes preocupaciones que seguro están presentes día y noche en la cabeza de Arrocet es el estado de salud de su hermana, máxime al no conocer absolutamente nada sobre la isquemia cerebral de la que sigue recuperándose Mª Teresa.

Sobre este último asunto, parece que no formará parte de la información que reciba. Eso es lo que todas las partes siguen manteniendo.