Los rifirrafes políticos siguen en aumento y ahora ha sido el turno de Sánchez. Poco ha tardado el candidato a la Secretaría General del PSOE en mandarle un mensajito mediante la red social Twitter al líder de la formación morada, Pablo Iglesias. Escribía Pedro Sánchez: "A Iglesias le sienta como un guante a Rajoy porque cuando pudo elegir entre un presidente socialista o Rajoy, eligió a Rajoy". Sánchez ha sido claro y se refería a cuando toda la formación morada votó en contra en la sesión de investidura. Con esto dejaba claro que no había enterrado el hacha de guerra político y tampoco el personal, pues a día de hoy, ambos no se están jugando nada en lo que a política se refiere.
Sin embargo, el zasca vino tras la respuesta de Pablo Iglesias, que se hizo derogar un día entero. Sin embargo, la espera mereció la pena, sobretodo por sus palabras y porque incluso lo mencionó con su cuenta de Twitter. Decía lo siguiente: "Estimado @sanchezcastejon no hace falta que te responda yo. Puedes responderte tú mismo. Ojalá tu partido rectifique". Y el líder de Podemos adjuntaba el vídeo en el que Sánchez acudía a Salvados admitiendo que se había equivocado con Podemos. Una respuesta sólida que tumbaba todos los ataques de Pedro Sánchez, sin embargo, éste, lejos de resignarse, también le respondió. Eso sí, esa respuesta no tardó nada en llegar y en menos de media hora le adjuntaba a Iglesias un vídeo totalmente manipulado donde aparecía el propio Pedro Sánchez durante su discurso de investidura y se intercalaban imágenes del presentador de "La Tuerka" diciendo un NO rotundo.
En definitiva, podemos afirmar que las desavenencias entre estos dos políticos son patentes y no hay ningún ánimo de enmendar una situación que lleva ya más de un año en las ruinas. Sin embargo, lo que muchos votantes se preguntan es lo siguiente: ¿es necesario un nuevo debate que abra las heridas en la izquierda? La ambición por el poder está patente, sin embargo, los medios de cada uno son bien distintos.
Sánchez parece que no olvida a Iglesias y allá por donde da un mitin, saca a relucir toda la artillería pesada. El último de ellos, en Mérida, eligió un parque con aproximadamente 1.500 personas. Eso sí, lejos de vender su candidatura, hacía referencia a un supuesto fallo de Iglesias para formar un gobierno de izquierdas. Ni la lluvia frenó los ánimos del candidato al PSOE para desbancar totalmente las decisiones del líder de Podemos.