El periodista valenciano Vicent Sanchís, catalanista convencido y ex director del Avui, fue elegido nuevo Director General de TV3 y mantenido pese a la reprobación general de la oposición en el Parlament. En sus primeras declaraciones fue tajante: “No hay que tener miedo en retirar de la parrilla un programa que vaya mal en audiencia”. Y cumplió su palabra: el nuevo concurso “Tot o res”, que sustituyó al legendario “El gran gran dictat”, fue suprimido después de tres meses sin pena ni gloria.

Además, defiende que TV3 debe tener una programación competitiva, pese a los recortes y las nuevas normas de las cadenas que favorecen a las privadas.

Ya ha tomado medidas sobre cambios en el futuro: el magazine matinal, “Els matins de TV3”, será reformado en septiembre, y el culebrón de sobremesa, “La Riera”, finalizará en julio después de siete años de emisión, sustituyéndolo otro que será de temática más cotidiana.

Estos días ha habido una pequeña polémica: los jueves, después del programa de humor “Polònia”, de los de más audiencia y más prestigio, se emite el concurso culinario “Fora de carta”. Pues Sanchís decidió que desde este jueves se emitiría un debate posterior. Y las críticas han sido implacables: se elogia la calidad del concurso, pero el debate recuerda a la gente los de Telecinco, algo impropio de TV3, que siempre huyó de la telebasura y jamás emitió programas de cotilleos.

Mònica Planas, crítica televisiva del Ara, ayer era implacable en su crítica y hacía un juego de palabras en el título: “Fora de carta i fora de lloc (Fuera de carta y fuera de lugar)”. Denunciaba que “Si copiar el modelo chabacano de Telecinco es la solución para los problemas de TV3, es decepcionante”. Por que dicho debate, como recuerda Planas, tiene a varios famosos catalanes que han salido en programas de la cadena de Mediaset, como Daniela Blume (Supervivientes y Gran Hermano VIP), Laura Fa (Sálvame) y Santi Villas (Sábado Deluxe).

Y denuncia que discuten acaloradamente “por los colores de unas servilletas, una escalivada o la textura del arroz”. Reconoce que “Joc de cartes es un concurso excelente en todos los sentidos”, pero el debate lo estropea.

Y que cree que los concursantes que ya han grabado su intervención y los dueños de los restaurantes que aparecen “¿querrán formar ahora parte de este espectáculo posterior tan ñoño para convertirse en diana de reproches, acusaciones e impertinencias?”, y que “dejar el programa en manos de la Blume, que tiene una legión de fans en las Redes Sociales, no parece una estrategia sólida”.

Luego, en la página de la crítica de Planas, los que ven TV3 piensan que ésta no es la solución. Recuerda uno cómo “en la década de 1990, todos los niños catalanes veían TV3” (con aquellas series legendarias como “Bola de Dragón”), o que “hace años que los jóvenes no ven tanto TV3” (aunque ahora han vuelto a verla gracias a “Merlí”). Otro recuerda a Sanchís que “TV3 ha hecho series y programas de entretenimiento de éxito, basándose en la creatividad y la innovación”. “Si ésta es la nueva etapa, adiós y buenas”, dice otro.

Vicent Sanchís piensa que el canal Esport 3, uno de los canales TDT de Televisió de Catalunya, debería ser suprimido para poder concentrar más las energías en los demás canales, TV3, El 33 y 3/24.

En Ara, los lectores sugieren que se subiría con “más cultura”, o que alguien tenga el "coraje" de crear el “Netflix catalán” (cuya plataforma ha difundido con éxito “Merlí” a Latinoamérica, por cierto).