Lo recoge el Confidencial Digital y ha sido, sin duda alguna, una crítica desafortunada, pues comparan al líder de la formación morada, Pablo Iglesias, con el presidente norcoreano Kim Jong-un. Es más, esos críticos de Podemos lo llaman también "el líder supremo". Una crítica que está siendo objeto de una gran polémica en las redes sociales, pues está claro que la política del líder de Podemos no tiene nada que ver con la del líder norcoreano. De hecho, esa denominación de "líder supremo" es propia de dirigentes anti democráticos, dictatoriales y que dominan mayoritariamente a los pueblos, algo bastante distinto a lo que Iglesias defiende en su programa electoral, pues se trata de un dirigente político democrático que se tira a las calles para defender las injusticias sociales y un visionario en todo lo referente al papel de la democracia en la actualidad.
Ligado a los movimientos estudiantiles y manifestaciones.
Sin embargo, si pensábamos que acabaría aquí la crítica, nos equivocábamos. Afirman que cada vez están más descontentos con Iglesias y lo descalifican en numerosas ocasiones, además opinan sobre su relación con los medios de comunicación. Declaran que se está equivocando completamente con una actitud que es contraria a las radios, televisiones o periódicos, y, de no cambiar dicha situación, "cualquier día nos vetan en La Sexta y Cuatro y vamos a tener que fletar autobuses para llegar al pueblo". Con esto, dejan claro que les interesa aparecer en más medios de comunicación de los que aparecen hasta el momento. Sin embargo, se trata de una actitud bastante inmadura, pues los partidarios de dicha formación política tendrán la capacidad suficiente para leer los periódicos o ver los canales de televisión donde comparezcan.
Con todo, como era de esperar, las redes sociales han opinado y, aunque ha habido criterios para todos los gustos, lo cierto es que ha habido un gran desconcierto en cuanto al símil que compara a Iglesias con Kim Jong-un. Una barbaridad donde las haya que desprestigia la imagen de Pablo Iglesias sin tener un argumento que lo ampare.
Las opiniones que carecen de fundamentos caen, tarde o temprano en el olvido y ésta ha sido la prueba de que Pablo Iglesias no crea ningún temor social, son los mismos que intentan hostigar un partido sólido con ideas de futuro y siempre democrático que mira por los intereses de la sociedad antes que por los suyos propios.